ACHILLES' HEEL ▷ KOL MIKAELSON [2] [Traducción]

𝟐𝟐. 𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇 𝐈𝐒 𝐀𝐓 𝐘𝐎𝐔𝐑 𝐃𝐎𝐎𝐑

(‎CAPÍTULO VEINTIDÓS :‎ ‎LA MUERTE ESTÁ EN TU PUERTA‎)

✧࿐ ཾ✧ 

EL PRÓXIMO VUELO A Nueva Orleans no fue hasta dentro de dos horas. En el fondo de mi mente, sabía que podría haber acelerado el proceso con un poco de compulsión, pero quería usar mis dos horas para hablar con mis amigos. No como un adiós, sino como un 'por si acaso'. Por lo que Kol había dicho, la magia negra había llegado a mi sangre y no sabía si eso significaba que me quedaban horas o días. Si morí antes de conocer a Davina Claire, no quería que nada quedara sin decir entre mis amigos y yo en Mystic Falls. Decidí comenzar con Elena y Jeremy Gilbert porque sabía que nuestro encuentro podría ser rápido. Reservé a Damon para el final, sabiendo que tenía más que decirle y explicarle, dado que él no sabía sobre la maldición.

Inhala, exhala. Me enseñé a respirar y me armé de valor para llamar a la puerta, dos veces, por costumbre. De pie afuera, me sentí vulnerable, cada segundo en el frío equivale a toda una vida. Después de tener una segunda oportunidad en la vida, había fracasado irremediablemente en ser la mujer fuerte y valiente que aspiraba a ser cuando era una niña con trenzas de lechera. Todo lo que había logrado era huir tanto de quien quería ser como de quien solía ser. Y, en esos insoportables minutos mientras esperaba a que alguien abriera la puerta, quería corregir mis errores con un temporizador de cuenta regresiva sobre mi cabeza. Para ser franca, quería exponer todo frente a mis amigos para asegurarme de que aprovecharan al máximo sus vidas porque no era feliz en mi estado mental actual. Si, cuando, sobreviviera, trabajaría más duro para encontrar más amor propio.

—Elena, oye —saludé, la puerta se abrió después de lo que imaginé que había sido una eternidad —Lamento haber llegado sin previo aviso, pero mi teléfono se apagó en el camino hacia aquí. Esperaba que pudiéramos hablar, ¿tal vez tomando un café? —le propuse con mi mejor sonrisa falsa, sin querer sonar demasiado emocionada —Borra eso, definitivamente necesitaremos vino para la conversación que quiero tener —cambié de opinión, una risa forzada escapó del fondo de mi garganta.

Ella coincidió con mi sonrisa falsa, la sonrisa no llegó a sus ojos color caramelo —Ahora no es un buen momento —Elena miró por encima del hombro con nerviosismo y mi audición sobrenatural detectó que alguien entraba por la puerta trasera, lo cual era inusual en sí misma —Deberías, um, ir a casa, cargar tu teléfono y volver mañana. Definitivamente carga tu teléfono, dejé un mensaje porque Kol comp... Te perdiste mucho —la morena se interrumpió, haciéndome fruncir el ceño. ¿Qué pudo haber hecho en el tiempo que me había ido?

Me resistí —No, tengo que tomar un vuelo en unas horas, no estaré aquí mañana —le informé de mi situación.

—Ahora realmente no es un buen momento —ella enfatizó, lanzándome una mirada sincera y de disculpa —Podemos hablar por teléfono si es tan importante, lo prometo —mi amiga corrigió, luego procedió a cerrar la puerta en mi cara.