ACHILLES' HEEL ▷ KOL MIKAELSON [2] [Traducción]

𝟎𝟑. 𝐆𝐎 𝐓𝐎 𝐇𝐄𝐋𝐋, 𝐊𝐎𝐋 𝐌𝐈𝐊𝐀𝐄𝐋𝐒𝐎𝐍

                                                              (CAPÍTULO TRES:                                                                     VETE AL INFIERNO, KOL MIKAELSON)

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EL TIEMPO SE VUELVE INSIGNIFICANTE como vampiro. Las ventajas de la velocidad, la fuerza y la compulsión quedan anuladas por la carga de la conciencia existencial. En mi experiencia, la mayoría de los vampiros tuvieron una depresión y una edad de oro; después de todo, éramos una mancha en el tapiz de la historia. Pensé que estaba en mi peor momento en los noventa y estaba prosperando en el presente, pero ya no estaba tan segura. Según la bruja de Kol, estaba bailando con la muerte a pesar de cómo me sentía como si estuviera en la cima de la inmortalidad.

Apoyada contra la ventanilla del coche, cerré los ojos y suspiré profundamente. Por primera vez en el viaje, no hice preguntas sobre a dónde íbamos. Después de nuestro encuentro con la bruja en Tapolca, descubrí que la noticia de mi muerte inminente me había obligado a reflexionar. Observé cómo el mundo giraba aún girando sobre su eje mientras el mío se derrumbaba en ruinas. De hecho, el peso de la maldición me envolvió como una capa de oscuridad y me había pasado factura. Sin mi humanidad, a Kol le resultó difícil darse cuenta de que los círculos cansados debajo de mis ojos no eran de un merodeo nocturno, sino de algo más siniestro. Cada vez que intentaba dormir, me perseguía mi pasado en la forma de Damon Salvatore. Incluso cuando no dormía, todavía estaba obsesionada, era solo un fantasma diferente.

—Estas calmada —el Original murmuró de manera despreocupada —Es extraño, no me gusta —añadió, dando a entender que continuaría hablando con o sin respuesta.

—Bueno, no me importa lo que te guste —parté mi cara del vidrio frío, irritada por cómo el mundo procedía a girar mientras el mío se desmoronaba —Pero, si debes saberlo, estoy escuchando la música. Es... surrealista cómo la música ha progresado con el tiempo. Puedes conseguirla donde quieras, en el momento que quieras y puedes detenerla cuando quieras. Un minuto, está este extraño susurrando sus momentos más privados y pecaminosos en tu oído y luego, puedes presionar la pausa y continuar haciendo algo insignificante en comparación con sus luchas —revelé, respirando en la ventana para empañar el vidrio para poder garabatear sin pensar.

Tragó saliva, sintiéndose incómodo ante la complejidad del tono, la respuesta práctica que recibió —Yo- yo no conozco esta canción —arrugó la frente con concentración, un tartamudeo de frustración derivado de su falta de conocimiento de la música moderna —Tendrás que ponerme al día sobre este siglo. Nik prometió que lo haría, pero él es... Ya sabes —los nudillos de Kol se pusieron blancos al volante, preguntándose si sabía sobre el destino final de su hermano. Por lo que dedujo, ponerme al día con viejos amigos por teléfono no estaba en la lista de prioridades de mi yo sin emociones.