ACHILLES' HEEL ▷ KOL MIKAELSON [2] [Traducción]

𝟎𝟖. 𝐎𝐍𝐄 𝐀.𝐌 𝐖𝐀𝐍𝐃𝐄𝐑𝐄𝐑𝐒

                                                            (CAPÍTULO OCHO:                                                                 ONE A.M WANDERERS)

LAS PALABRAS DE BONNIE BENNETT SE REPRODUCIERON en mi mente como un tocadiscos roto. Dormir fue una vez un consuelo para mí, pero no fue fácil para mí mientras miraba el techo blanco de mi apartamento. Saber que mis días estaban contados me hizo querer estar activa: necesitaba una lista de deseos, no dormir. Ahora que no era tan inmortal como pensé inicialmente, quería hacer algo de mí misma. Decidiendo que acostarme en la cama era improductivo, agarré una chaqueta y opté por dar un paseo nocturno. El aire fresco me daría tiempo para pensar. 

Las estrellas cubrían el cielo nocturno mientras paseaba por el centro de la ciudad de Mystic Falls. Sin pensarlo, vagué y contemplé lo que me rodeaba, recordando cada ladrillo rojo, cada grieta en zig zag en la acera y cada rostro borroso que pasaba por la calle. Para la mayoría, sería una tontería por mi parte estar aferrándome a cosas tan insignificantes cuando Mystic Falls no era exactamente un lugar importante para mí. En verdad, no tenía ningún argumento para eso, Mystic Falls no era más importante para mí que cualquier otra ciudad en la que viviera antes. Excepto que esta ciudad era un híbrido perfecto de lo sobrenatural y lo natural, sirviendo como un recordatorio para ambas partes de mi vida. Si muriera, me gustaría sentirme cómoda en este lugar, sería mi Jardín del Edén.

Damon Salvatore vino a la vanguardia de mi mente mientras pensaba en cómo terminé en esta ciudad. Me había rogado que me uniera a él en la ciudad después de conocer a la última doppelgänger, Elena. Por un tiempo, me burlé de él por la frenética llamada telefónica que recibí esa noche. A pesar de usar la excusa de querer liberar a la esquiva Katherine Pierce de su tumba, con la que había prometido ayudar hace mucho tiempo, había una emoción en su voz que no había escuchado antes. Desde el momento en que conoció a Elena, quedó desconcertado por la niña triste con aspiraciones más allá de lo que el pueblo le presentaba. Sabiendo que me trajo aquí, decidí que se merecía saber que yo también había vuelto. Especialmente porque necesitaba una excusa para hablar con él, para hacer las paces porque odiaba estar enojada con él. No importa cuán sarcástica y violenta pudiera ser nuestra amistad, él era un hermano para mí, uno que nunca quise perder, porque cada vez que me apuñalaban por la espalda, él era quien sacaba el cuchillo.

Un tono, dos... Mensaje de voz —Oye, Day. Sé que es casi la una de la madrugada, pero realmente no hay necesidad de rechazar la llamada de esa manera —gemí, mirando el reloj de la ciudad —Llamé porque estoy enojada contigo, y debería estarlo, pero ahora estoy empezando a preguntarme si estás enojado conmigo. Fue un movimiento total ignorar la llamada. ¿Asesinada? Kol podría haberse convertido en un loco homicida feliz conmigo en Ámsterdam. Me enfurecí, apostando a que él tuviera sexo con su última conquista mientras yo estaba en modo de crisis. Por cierto, no lo hizo. Nuestro tiempo en Ámsterdam y en Europa estuvo lleno de acontecimientos, pero estoy de vuelta en una pieza física. ¿Emocionalmente? Soy tan estable como una de tus torres Jenga, sí, no lo he hecho. Olvidé lo mucho que apestaste en ese juego. —hice una pausa, reteniendo una risita mientras recordaba los años de noches de juegos en las que insistía. Damon nunca ganó y, personalmente, creo que impulsó la tradición porque era una gran perdedora, no porque supuestamente me enseñó a controlarme —Mira, yo, eh, no sé cómo hacer esto porque esperaba que realmente respondieras. Estábamos destinados a ir a El Grill, emborracharnos y luego llorar, tal vez hacer una broma sobre al menos mis manchas de rímel no se notan en tu chaqueta de cuero... Lo que estoy tratando de decir es que estoy de regreso en Mystic Falls y te extraño. Sí, te extraño aunque tuve que averiguarlo por Klaus, no moriste. Por mucho que te parezca una idiota intolerable la mitad del tiempo, creo que... —hice un esfuerzo por sonar puntiaguda, excepto que fallé estrepitosamente y estaba lloriqueando al final del buzón de voz hasta que un bip significaba que estaba desconectado.