ACHILLES' HEEL ▷ KOL MIKAELSON [2] [Traducción]

𝟏𝟔. 𝐅𝐎𝐑𝐄𝐒𝐓 𝐅𝐈𝐑𝐄

                                                          (CAPÍTULO DIECISEIS:                                                               INCENDIO FORESTAL)

✧࿐ ཾ✧

EL DOLOR ERA LA ÚNICA constante en la vida. Era el latido sordo en tu pecho, el dolor en las fracturas de tu caja torácica y la sombra detrás de tu corazón. No importa cuánto traté de sacudirlo a lo largo de los años, regresó a mí porque el dolor se había convertido en parte de mí, adherido por las vides de mis venas. Mientras corría por los pasillos de Mystic Falls High, mi dolor era como un terremoto que había alcanzado una frecuencia sin explotar. Por una vez, no me contuve: mis gritos alcanzaron el nivel diez en la escala de decibelios, lágrimas calientes corrieron por mi rostro como lluvia ácida y las grietas en mi duro exterior se ensancharon. Este era mi cálculo y odiaba lo débil que me hacía.

—Wow, wow... —Kol me sorprendió cuando se acercó a mí, poniendo sus manos en mi pecho para mantenerme quieta —No estás bien —dijo, sus ojos marrones burbujeando con una profunda preocupación. De hecho, la sinceridad en su voz me asustó, me hizo preguntarme dónde estábamos. Durante mucho tiempo, he estado obsesionada con su falta de afecto verbal, pero sus acciones hablaron más fuerte.

Tragué saliva —Estoy bien —mentí, recuperando un sentimiento de autocontrol de nuevo mientras me las arreglaba para quitarme las gotas de agua clara que manchaban mi piel —Estoy bien —repetí, más fuerte esta vez y con más fuerza. Fue un instinto para mí ser fuerte frente a personas fuertes.

—No te pregunté si estabas bien, hice una afirmación —se corrigió, ladeando su cabello castaño en mi dirección —Ahora, dime qué te ha puesto en un estado tan sangriento —Kol presionó, avanzando para meter un pelo rebelde detrás de mi oreja.

Cogí su muñeca antes de que pudiera acercarse, un mecanismo de defensa automático —No lo hagas —murmuré, dejando caer mi mano avergonzada. A veces me preocupaba dejar que se acercara demasiado para consolarme —Estoy en 'un estado tan sangriento' porque mis amigos saben que estoy maldita —hice citas de aire fingidas con mis dedos, imitando su acento como una promesa vacía de que no estaba tan afectado como él pensaba por los eventos —Tu querida hermana me obligó a soltar mis entrañas y ahora me odian. Les mentí, si me perdonan, será sólo porque se compadecen de la chica moribunda —solté una risa gutural, sabiendo que lloraría si no me reía —Me estoy muriendo, Kol —le dije, tropezando con la pared de los casilleros al darme cuenta. Lentamente, mi cuerpo se arrugó como una bola de saliva de papel y me derrumbé contra los casilleros, sentándome en el suelo.

Echó un vistazo a su teléfono y finalizó una llamada de inmediato: su hermana podía esperar —No te estás muriendo. Rebekah me necesita, pero iremos a Nueva Orleans y encontraremos a Davina pronto —Kol juró, aunque me inquietó, supuso que me quedaba tanto tiempo —No te aísles mientras tanto. No es un crimen necesitar a alguien —deslizándose por los casilleros, se hundió a mi lado —Tus amigos, nunca podrían odiarte, así que no los alejes. Necesitarán tiempo, como la mayoría, pero al final se preocuparán demasiado como para perderte —había una suavidad en su tono que me gustaba, pero no había escuchado en mucho tiempo. Con manos temblorosas, entrelacé mis dedos con los suyos y me pregunté, ¿era esto lo que quería?