YES, PROFESSOR MALFOY? | DM

sixteen

La caminata hacia el lago estuvo llena de chismes y burbujas de risitas o risas que afloraron, a veces ante nada en particular. Se comprobó que el alcohol se estaba asentando. Y la mayoría del grupo tenía que haber estado al menos borracha; Scorpius era el más sobrio, al igual que la noche de la fiesta de la Sala de los Menesteres.

Amelia y Poppy, noté, no estaban tan cerca del resto del grupo. Tanto literal como metafóricamente. Parecía que rara vez estaban cerca, tal vez debido al hecho de que tenían lecciones completamente diferentes: Herbología y Adivinación y demás. Caminaron un poco hacia un lado, pero no demasiado para actuar como descorteses.

Iris era un poco un lobo solitario. Independiente, corregí. Ella todavía pasaba el rato con nosotros, por supuesto, pero de vez en cuando parecía desaparecer sola para hacer... Merlín lo sabe. Quizás a ella simplemente le gustaba su propia compañía. No lo tomamos como algo personal, y la chica realmente no había hablado con ninguno de los demás antes de que yo me uniera a Hogwarts. Supuse que era mi presencia lo que expandía el grupo.

Sin embargo, todos parecían encajar.

Scorpius; una figura materna, todavía engreído, similar a Evan, pero más maduro. Evan y Alicia realmente eran muy similares. Con su cabello oscuro, ojos oscuros, cada uno con un punto azul en cada uno de los izquierdos, los gemelos actuaron igual. Amables, confiados, pero reservados cuando debían serlo. Poppy y Amelia; relajado, saludable, incluido. Iris; luchadora pero educada y respetuosa.

Puede que fueran los pocos tragos de whisky de fuego, pero me encontré sonriendo en agradecimiento por cada uno de ellos. La culpa que sentí originalmente después de hacer nuevos amigos se había desvanecido: no había reemplazado a Cris, Jaime y Valentina. Todos mis amigos de Beauxbâtons no habían ido a ninguna parte, ni iban a hacerlo.

No tenía por qué sentirme culpable. Mi propia felicidad tenía que tener prioridad.

Suspiré con satisfacción y agarré la mano de Evan al otro lado de mí, apretándola.

"Recuérdame de nuevo por qué nos molestamos en usar trajes de baño? ¿Por qué no nos bañamos desnudos?" Preguntó Scorpius, arrebatándole la botella a Alicia con el ceño fruncido.

Ella gimió en protesta, pero se adelantó a nosotros con una sonrisa en su rostro ni siquiera un segundo después, aparentemente indiferente. Me reí entre dientes y uní mi brazo con el del rubio.

Era sorprendentemente audaz y confiado por su falta de consumo de alcohol.

"Porque no somos como tú". Espetó Evan. "No siempre tenemos que desnudarnos para divertirnos".

"Sin embargo, seguro que hace las cosas más interesantes". Se mordió el labio y me dio un tirón del brazo, golpeándome contra su costado.

Iris tarareó de acuerdo y bebió de mi botella de whisky de fuego mientras yo sonreía y ponía los ojos en blanco.

Doblamos una última esquina, los amplios jardines expuestos más allá del arco que teníamos ante nosotros.

"Ustedes son unas putas". Evan suspiró, provocando que la pareja se encogiera de hombros.

Solo había una palabra para describir la vista del Lago Negro que teníamos ante nosotros.

Mágico.

Irónico, en realidad, ya que vivíamos en un mundo de autos voladores y escobas voladoras, y bestias fantásticas y místicas. Pero mientras miraba la extensión del agua frente a mis ojos, nuestro grupo se acercaba todo el tiempo, mágico verdaderamente era la única palabra para describirlo.