Who's the prey now? [Jinkook]

Capítulo 5: Cielo enjaulado.

Los siguientes días, Jungkook hizo todo de acuerdo como Jin lo especificó.

Sin trampas, sin errores; llamó a Namjoon el martes para avisar que había completado el trabajo y prometió que el jueves estaría de vuelta en la estación. Redactó los informes justo al pie de la letra, también.

Tejer una excusa para cerrar la investigación fue fácil. Validarla hubiera sido el verdadero dolor de culo, de no ser porque el alfa resultó tener numerosos y útiles contactos que Jungkook pudo utilizar a su favor, con el fin de falsificar la evidencia definitiva que anularía cualquier sospecha para siempre.

Por esa razón ahora se encontraba frente a sus sunbaes, con la finalidad de presentarla:

—Artritis Reumatoide —pronunció el beta, depositando una carpeta negra encima del escritorio desde donde Jimin y Namjoon se encontraban observándole.

Su jefe la tomó sin perder tiempo, comenzando a ojear el contenido, leyendo y revisando a detalle el conjunto de radiografías, análisis y exámenes médicos que arrojaban un diagnóstico de artritis crónica para Kim Seokjin.

—Cielos —soltó Jimin con ligera sorpresa—. Se veía como alguien sano.

—No tendría porqué verse de otra forma —concedió Namjoon, pasando las páginas—. Con un buen tratamiento y cuidado la artritis puede pasar desapercibida físicamente. Pero es joven, seguramente sea genética fue detectada hace poco.

Jungkook asintió, ahorrandose falsas palabras que no eran necesarias. La confianza de sus superiores en él era tan grande, que creerían cada afirmación que saliera de su boca. Incluso si implicaba la prueba determinante de la inocencia de Seokjin. Ellos creerían en él, aunque nada fuera cierto.

Jungkook se sentía asqueroso por estarles mintiendo y utilizando de esa forma. Era consciente de que les estaba escupiendo en la cara mientras ellos ponian su fe en él. Estaba siendo tan descarado.

Y es que el organismo de los cambiaformas era hasta la fecha, un gran misterio que aún no había sido del todo descubierto para los humanos. Los cambiaformas no sufrían de enfermedades degenerativas. Su capacidad de curación e inmunidad era tan antinatural que podían sanar cualquier herida, fractura o malestar por sí mismos. Habían excepciones, como la intolerancia a la plata y las flores de glicinas, las cuales eran sumamente tóxicas para la especie, incluso para un alfa. Los humanos utilizaban estos elementos para fabricar balas, armas y sueros que les permitieran controlar o aniquilar —según fuera necesario— a cualquier cambiaforma. Era la única forma de matarlos, a menos que fueran decapitados o apuñalados en el corazón, pero incluso para realizar un corte de ese tipo era indispensable que la hojilla fuese de plata, de otra manera no podría atravesar la dura carne de estos seres.

Cualquier otro método era inservible. En resumen, si su vida no era atentada, un cambiaforma —exceptuando a los omegas quienes eran débiles— tenía la garantía de recibir la muerte únicamente en su vejez. Pero era precisamente por esto que la presencia de una enfermedad crónica era suficiente para descartar la culpabilidad de cualquier persona.

Y fue exactamente la ilusión que Jungkook se encargó de crear.

—De todos modos —continuó Namjoon, cerrando el archivador para dirigirse únicamente a Jungkook—, ¿estás seguro de que es verídico? ¿Lo confirmaste con los doctores? Kim podría haber manipulado personas y usado influencias.

Efectivamente, eso es lo que había sucedido. Pero no fue Jin quien se ensució las manos, sino Jungkook. Ese maldito alfa lo había obligado a cometer corrupción para salvarle el pellejo. Se suponía que debería de estar entregándolo ahora, esposado y humillado, como quería tener a cada alfa del mundo. Pero en vez de eso estaba allí cubriendo cada fechoría de Seokjin.