Capítulo 11: Revelaciones.

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El fin justifica los medios

Tiempo atrás, Jungkook tuvo que aferrarse a esa frase cómo si fuera un lema de vida.

A pesar de no estar completamente de acuerdo con el concepto y no ser partícipe de la corrupción, tenía muy presente que para alcanzar ciertos objetivos se necesitaban sacrificios puntuales. Él tenía un objetivo, uno muy grande. Por eso había tenido que cerrar los ojos en muchas ocasiones, intentando ignorar realidades que le concernían y volvían débil.

Cada vez que surgía una duda en su camino y la culpa comenzaba a hacer presencia, Jungkook solo tenía que recordar aquellas palabras para mantener cualquier tipo de remordimiento lejos. Trataba de convencerse, de que erradicar a los alfas compensaba cualquier falla que pudiera tener el ser humano. Que al final, no había peligro más grande que esas bestias salvajes y que, siempre y cuando fuera por ese bien mayor... cualquier acción era válida. 

Pero entonces...

¿Cuál debía ser su postura al descubrir que había estado equivocado? 

Al saber que el método, la organización que eligió y en la que decidió confiar para acabar con los monstruos, al final de cuentas no era tan diferente a ellos. Aún peor.... enterarse de que la policía, de la que él mismo formaba parte, no solo se había dado la mano con su enemigo sino que aparentemente había llegado a encabezar sus acciones.

¿Cómo debía reaccionar ante una revelación como esa?

—Bebe esto, hace frío.

La voz ronca de Jin sacó a Jungkook de sus pensamientos. El menor levantó ligeramente la cabeza, observando la taza de té que el castaño puso en la mesa para él. Olía a jazmín y desprendía vapor caliente. Jungkook la tomó sin vacilar demasiado, estaba demasiado perdido para eso.

Él y Jin estaban solos, en un cuarto contiguo a dónde Jimin había sido interrogado. La habitación tenía una ventana rectangular que permitía ver el interior de la otra sala, donde su sunbae seguía esposado y sentado en la mesa, con Taehyung y Suga vigilándolo. Ellos no podían verle desde el otro lado, sin embargo.

—Debes estar demasiado confundido para digerir la verdad —comentó Jin, apoyándose en la pared con un pie mientras bebía de su propia taza. Sus ojos estaban afilados—. No has dicho ni una sola palabra desde que hice a Jimin hablar.

Era verdad. Contra todo pronóstico, Jungkook ni siquiera emitió una reacción cuando Jimin dejó salir la impactante verdad.  

"El marqués trabajaba para la policía."

Cualquier comentario inteligente murió en su boca al instante, solo pudo limitarse a escuchar, con el gesto congelado y el corazón colgando de su pecho, como Jimin profundizaba aún más, relatando la manera en que en cierta ocasión la policía había hecho uso de un alfa como si fuera un arma biológica, ordenándole que asesinara a un sinfín de personas sin ninguna clase de contemplación. La mayoría de ellas inocentes. ¿La razón? Todos ellos habían sido testigos de la corrupción.

No importaba si se habían enterado por accidente o si su trabajo los colocó en esa posición. La policía se deshizo de cada persona que desde su criterio sabía demasiado. Cada individuo que amenazó con exponer sus sucios secretos ante el mundo. Los altos mandos se aseguraron de acabar con todos ellos.

Según Jimin, para fortuna o desgracia la historia no terminó ahí, pues la duquesa y el conde —esos mismos que habían atrapado al marqués— también se encargaron de recolectar y revelar cada una de las pruebas y conexiones que existían entre dicho asesino y la policía. Ambos alfas tuvieron que huir después de eso, pero consiguieron desenmascarar el lado oscuro de las autoridades antes de esfumarse. 

Who's the prey now? [Jinkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora