Escritos en derrumbe.

Arrecifes.

Silvidos dulces, heridos entre luces, no me angusties, mirastes mis cicatrices, ahora te desvaneces entre los arrecifes, corales celestes y tristes, que te atan a las profundidades, lejos del dolor de las superficies ¿no te diviertes entre las aguas y peces? te lo advirtieron un montón de veces, me sentaré a esperar que regreses, y me cantes entre sinfonías tus artes, tus lágrimas crearon desastres, dividiendo el sentir en partes, cielo y mares, no importa cuanto causes, te seguiré esperando entre los rosales.

Tus palabras sobresalían como burbujas, que al explotar y salpicar se sentían como agujas, ya era otoño y caían las hojas, sigo llorando entre rosas rojas, recuerdo aún muy bien la curvatura de tus cejas, los detalles en tus ropas, tus labios de tonos borgoñas, tus ojos canelas, me encuentro rogando por primaveras, que me recuerden tu olor a ciruelas, ¿tanto cargas?, rogando por caricias, pero aún no te encuentras en las cercanías, días y días, tanto que el viento hace cosquillas, las rosas se volvieron amarillas, que para suerte son tus favoritas, ¿tanto te limitas a dejar ver las orquídeas?.

Los frutos secos, los recuerdos muertos, ven revive mis anhelos, necesito de tus besos, tus suspiros entre los vientos, ¿serán ruegos y lamentos?, tus nudillos rosáceos de tantos arañazos, eran tus intentos de escape entre gritos ahogadizos, tragos de vinos amargos, cosechados para mantener tus encantos, que pierden el sabor por que ya no estas en los arroyos, con mis pies descalzos te buscaré entre campos, no importa si son astillados, encontraré los atajos, entre buceos encontré tus deseos, a tu cuerpo cercanos, tus labios helados, trataban de decirme te amo entre balbuceos, como siempre adictivos.