Trato.

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— Llegaron a la casa que la madre de James tenía cerca de la estación del guardacostas.

Es un lugar muy bonito.— Dijo Muriel.

Mamá trabajó limpiando esta casa cuando tenía mi edad, la dueña no era muy respetuosa con ella así que cuando mis padres empezaron a tener dinero compraron el lugar para echar a la señora.
En fin, quiero ir a la bahía, ¿vienes conmigo?

¿No estabas cansado? — Preguntó Muriel.

Lo estoy, pero ese lugar me relaja.

— Caminaron hasta la bahía en sólo 3 minutos y se sentaron en un puente del puerto.

Mi madre me trajo aquí cuando era pequeño, justo después de comprar la casa y me dijo que nunca dejara que las personas me pisotearan, que siempre debía ser mejor que las peores personas.
Eso es muy cierto por que, todos somos no muy buenos, pero siempre debemos ser mejores que los que son peor que nosotros.— Dijo James.

— Y entre un gran bostezo, se recostó en el puente para ver las estrellas.

— Muriel lo acompañó recostándose.—
¿Por qué me invitaste a salir James?

¿A qué te refieres? Yo quise conocerte más, desde que te vi en la cafetería llamaste mi atención.

¿Hablas en serio James?

Si, ¿por qué te mentiría? Eres hermosa, trabajadora y muy inteligente.

— Muriel lo miró por unos segundos y dijo.—
Creo que me enamoré de ti James Campbell.

— Acercándose James a Muriel, se besaron.

— De pronto todo se puso en blanco y un pitido agudo hizo que James se levantara de prisa.
Pero fue una sorpresa ver que ya se encontraba en la cama de la casa de la bahía, siendo de día.

¡Muriel, qué pasó!

Te quedaste dormido en el puerto, después de unos minutos te desperté y nos fuimos a la casa hasta que caíste de nuevo en la cama rendido.

¿De verdad? Pero qué extraño fue eso, pareció un sueño.
Y dime ¿nos besamos de verdad?

Hubieras visto tu cara, después del beso te dormiste ¡con los labios parados!

Qué pena Muriel, debía ser mejor que eso.

Aún puede serlo...

— Y se besaron de nuevo.

— Cerca de ser las 10 am, decidieron regresar por el bolso de Muriel, y se fueron a casa, pues el Golden Gate ya estaba nuevamente abierto.

— Finalmente pudieron llegar, James dejó a Muriel en su apartamento y después de un largo beso, se despidieron.

Entonces te veo pronto Muriel.

Estaré en el café cuando quieras verme.— Dijo Muriel.

— James salió del edificio y cuando se disponía a irse, lo interceptó Kylie.

Hola, soy Kylie, tú debes ser el nuevo dueño del edificio.
Hay algo muy importante que debo decirte.

¿Ehh, seguro? ¿Qué tienes qué decirme?

Primero vayamos a mi auto, ahí te contaré.
Es sobre Muriel, es mejor que subas.— Dijo Kylie.

— James sube al auto de Kylie.

¿Y bien, por qué debería escucharte?

Mi hermana escuchó que invitaste a salir a Muriel, pero yo quiero que me invites a salir a mi.

Estás loca.— Dijo James mientras abría la puerta para bajar del auto.

¿Entonces quieres que sepa la verdad? — Le preguntó Kylie.

¿Cuál verdad? — Dijo James deteniendo su marcha.

Tú estabas ansioso por comprar el edificio, conociste a mi hermanita Kristen, ella te dijo algunas cosas.
Lo único que hizo mi hermana, fue decirle a su jefa Muriel, que su negocio seguiría con vida.

Pero yo planeaba destruirlo.— Dijo James.

Ni te quejes guapo, por que ahora estás enamorado de Muriel y ella te ve como un héroe por salvar todo su patrimonio, deberías agradecernos.

¡Ahora estoy en un gran dilema por su culpa!

¿Me estás diciendo que no agradeces ser el salvador de Muriel? Mmm, bueno, entonces no habrá problemas si le digo la verdad.

Espera, no quiero que se entere por ti.— Dijo James.

Permanecer callada tiene un precio, y te lo dije cuando subiste al auto.

¿Para qué quieres eso? — Le preguntó James.

¿Será por que eres lindo, por que tienes dinero?
Sólo una cita y ya.

Bien te daré lo que quieres, sólo no le digas la verdad, eso lo haré yo.

Si si, como digas, pronto te enviaré el día y el lugar al que quiero que me lleves guapo.—
Le dijo Kylie con una cínica sonrisa.

— James salió inmediatamente del auto y subió al suyo[...]

Como te soñé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora