Memorias.

6 0 0
                                    

— James ha intentado llamar a Muriel en toda la noche, pero no hay respuesta de su parte.

— Al día siguiente, fue James al apartamento de Muriel, pero no lo recibió a pesar de los constantes golpes en la puerta.

— Trató de hallarla en la cafetería, pero era claro que no estaría ahí. Tampoco estaba Kristen.

— Horas después, comenzó a llegar maquinaria al lugar, y uno de los trabajadores de la constructora comenzó a anunciar el desalojo.

(Un día para abandonar el edificio, repito, un día para abandonar el edificio, las personas que no tengan un lugar a dónde ir, deberán presentarse en el ayuntamiento).— Voceó un trabajador.

— James hizo todo de su parte para que el edificio no fuese destruido, pero ya era muy tarde para hacer algo al respecto.

¡Oye! Necesito que paren por dos días o más.— Le dijo James al trabajador.

Lo siento, sé que eres el Sr. James, pero sólo puedo detenerme si la constructora me lo pide.

¡Pero la constructora recibe órdenes de mi padre!

Entiendo eso, por eso el Sr. Campbell dejó muy claro que fuese destruido cuánto antes.

— James jamás podría hacer entrar en razón a su padre, de modo que no había nada qué hacer.

— En ese momento James se dirigió al puerto de Sausalito. Llamó a su padre y lo invitó a que lo acompañara.

— El padre de James llegó al puerto y ahí comenzaron a platicar.

— Recuerdo que me trajiste aquí cuando cumplí 5 años y me obligaste a manejar un bote, le di mucha potencia y los dos salimos volando hacia el agua. Después de eso nunca quise volver al mar.

Y mira, allá está Taste of Rome, tú eras el mesero y entonces le robaste la novia al dueño ¿no?

Lavaplatos. Yo era el lavaplatos, y no, no era novia de nadie. Tu madre sólo tenía dos días trabajando ahí cuando yo la conocí.
Obviamente siempre ha sido muy hermosa, entonces el recién divorciado dueño del restaurante, no dudó en invitarla a salir.
Un día nos encontramos casualmente en el mercado, y yo le invité un café, resulta ser que la cafetería a la que habíamos ido, también era del mismo dueño de Taste. El se enojó bastante y decidió despedirnos a los dos.
El resto es historia.

¿Y por qué no compraste esa cafetería cuando tuviste el dinero? — Preguntó James.

Por que el tipo no era recién divorciado, era viudo.
Yo me preguntaba por qué había invitado a salir a tu madre, si acababa de perder a su esposa.
Pero cuando vi su foto, quedé impactado, su esposa era casi idéntica a tu madre...
Pobre, debió pasarlo muy mal.

¿Mi papá sintiendo lástima?— Dijo James.

Yo no podría imaginar un mundo sin tu madre, por eso no quise quitarle a él, el único lugar que le recordaba a su difunta esposa.

— Hay personas importantes en ese edificio papá, y no quiero destruir sus negocios ni sus residencias.

No hay nada qué hacer James, ahora mismo ya deberían estar saliendo todos del edificio, mañana en la mañana empiezan la demolición.

¡Me enamoré de Muriel y no quiero que me odie, debe haber otra alternativa!

Ahg, hijo, esa construcción va a representar mucho quiénes somos, será otro pilar para nuestra economía, tú economía.
Si ella te importa tanto, puedes comprar otro edificio y compensar los apartamentos y negocios.

Tú no entiendes nada papá.

— James se fue del puerto y se dirigió a la casa de la bahía. Fue hasta el puente dónde se recostó para pensar las cosas.

Esto es estúpido.— Dijo James mientras cerraba poco a poco sus ojos.

— Y en un par de minutos, se durmió.

— Horas después...

((Teléfono sonando)) (5:00 am)

¡Rayos, dormí como diez horas!
— James despabila y contesta.

[¿Hola?]

[James, soy Simon, no puedo contactar a Muriel desde que viniste a la casa]

[¿Dónde estás tú?]

[Ayer vinieron decenas de camiones de mudanza y se llevaron nuestras cosas a Moscone Center, allí nos albergan también. Pero me preocupa mucho no haber visto a Muriel.]

[El edificio va a ser destruido en dos horas, no creo que ella esté en la cafetería, creo que podría estar en el molino.]

[¿El molino?]

[Uno de nuestros lugares favoritos... luego te llamo Simon, ¡gracias por avisarme!]

— James fue directo al molino holandés, en el parque Golden Gate, suponía que iba a encontrar a Muriel ahí.

— Mientras tanto Kylie y Kristen, fueron las primeras en llegar al lugar de la demolición, para ver cómo se destruía el negocio de Muriel

— Los minutos pasaban, pero el tiempo parecía eterno para Kylie, por lo que tuvo una idea muy desquiciada.

Aún falta hora y media para el espectáculo, esto es muy aburrido... Regreso en un momento.— Dijo Kylie.

¿Qué harás? — Preguntó Kristen.

Sólo consigue un encendedor, ¿puedes?

— Después de unos minutos, Kylie regresó con un bote de gasolina, que comenzó a derramar sobre la cafetería con mucho sigilo para no ser vista.

Ky, esto es demasiado...

El lugar va a ser destruido de todas formas, tal vez en cuánto vean las llamas lo destruyan más rápidamente.— Dijo Kylie.

— Por otro lado, James había llegado al molino en el parque. Comenzó a buscar a Muriel pero ella no estaba ahí, aunque parecía haberlo estado.

— James llama a Muriel.

¡Por favor contesta!

[¿James?]

[¡Muriel! No cuelgues, dime por favor dónde estás.]

[Estoy en la cafetería, vine por algo que olvidé.]

[¡Debes salir, van a comenzar a destruirlo todo!]

[Descuida, hablé antes con el encargado sobre eso y me permitieron sacar lo que quisiera.]

[Voy para allá.]— Y colgó James.

— Manejó rápidamente hasta llegar al edificio.

— De pronto Kylie lanzó el encendedor, sin saber que Muriel se encontraba adentro.

— Y la cafetería comenzó a arder en llamas.

— James al ver esto sale rápidamente de su auto y corre hasta la cafetería.

— ¡James! — Gritó Muriel desde dentro.

— ¡Muriel, voy a sacarte!

— Al mismo tiempo, Kylie se enteraba que Muriel estaba en la cafetería, e invadida por el pánico, huyó del lugar.

— James se daba prisa, quería encontrar la manera de sacar a Muriel.

— Cuando de pronto.

¡Boom!

— La cafetería que ardía en llamas, explotó.

Como te soñé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora