Habían pasado dos semanas desde su vuelta a Barcelona y aunque había intentado ser la misma de antes, le era imposible. Siempre había sentido la soledad de su casa, un placer. Poder hacer lo que quisiera, no preocuparse porque alguien le recriminaba el dejar las cosas esparcidas en cualquier lugar y ahora en cambio cuando llegaba, el silencio, la soledad, le pesaban en el pecho como una losa. Pasaba las horas ordenando y limpiando intentando mantener su mente ocupada. La vuelta al trabajo y el turno de noche por lo menos la ayudaban a no sentir el vacío de su cama vacía, cosa que nunca había sentido.Era sábado por la noche y había quedado con Sandra, Carmen y Mar. Para cenar en un sitio que las últimas habían elegido y después saldría de fiesta con Sandra. Desde su vuelta no habían podido quedar las cuatro y querían hablar sobre sus vacaciones y saber cómo les había ido a ellas con sus dos escoceses.
Además, Sandra tenía que decidir qué hacer con su piso. Aunque Arturo se había ido por voluntad propia, ahora negociando el divorcio o bien vendía el piso o ella compraba su parte, no sabía qué hacer.A las nueve de la noche sonó el timbre de la puerta de Verónica, era Sandra.
-Pero bueno. ¿Qué ha pasado aquí?- Dijo recorriendo con la mirada el piso de su amiga totalmente impoluto.
-Me ha dado por la limpieza- dijo ésta quitándole importancia, dirigiéndose al lavabo para terminar de arreglarse.
-¿Tienes cerveza?- Preguntó la recién llegada asomándose al pasillo.
-Si, en la nevera, trae una para mí- Gritó Verónica desde el lavabo para que la escucharan
Segundos después su amiga entró en el servicio y se sentó en el retrete cerrado.
-¿Te estás maquillando?- Preguntó sorprendida.
Su amiga no solía maquillarse, como mucho solía aplicarse un poco de rímel y brillo labial.
-Si, hoy me apetecía- respondió escuetamente.
Sandra había notado el cambio en el carácter de su amiga, pero las veces que había intentado sonsacarle si se debía a Enzo, ésta evitaba el tema, así que prefirió no insistir, sabía que ella estaría ahí para escucharla si quería desahogarse.
-¿Qué crees que debo hacer con lo del piso?- Preguntó.
Su casa le encantaba pero también le recordaba a su exmarido y no podía dejar de preguntarse si había estado alguna vez allí con su amante, en su cama y aquello le revolvía las entrañas.
-Sandra no sé, si fuese yo, posiblemente lo vendería para empezar de cero - Dijo observando su imagen en el espejo. Su amiga asintió.
-¿Sabes que Mar y Carmen han reservado en un local con espectáculo, rollo cabaret?- Preguntó la rubia cogiendo la cerveza que le entregó su amiga.
-Sí, me llamaron para preguntarme que me parecía la idea, estaban súper entusiasmadas.- Contestó Sandra
-Si, pero dicen que se irán en cuanto acabe la cena y el espectáculo- Bebió de la cerveza, continuó arreglándose.
-Tú y yo después nos vamos de parranda- Se levantó Sandra y comenzó a bailar haciendo reír a su amiga.
-¡Quién te ha visto y quién te ve!- Le encantaba verla así.
Rieron enormemente con el espectáculo durante la cena. Incluso sacaron a Mar al escenario a bailar con las Drag Queen, cosa que les encantó y se volvieron locas animando a su amiga. La cena aunque no espectacular, fue bastante decente, bien merecía lo que habían pagado por las risas que se habían echado.
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REDESCUBRIRSE. +18. #COMPLETA#
RomanceTras la separación de Sandra. Verónica, Mar y Carmen deciden hacer un viaje a Edimburgo que cambiará sus vidas. Descubrirán sitios maravillosos y se verán envueltas en situaciones extrañas al no conocer el idioma. Verónica y Sandra vivirán la pasión...