D I E C I S I E T E

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—Por favor, solo quiero ayudarlos a pasar este día— Suplico la castaña.

—De ninguna manera, es peligroso.— Negaba la contraria.

—Por favor, si me ayudas, iré a donde quieras y prometo no volver a reprochar. —

—¿Enserio?— Sus ojos brillaron.

—Lo prometo— Puso una mano sobre su corazón.

Y así, Angela y la otra chica ayudaron a los demás niños que estaban esparcidos por el bosque, ganando tiempo hasta que la música volviera a sonar, marcando el fin de la cacería y el fin de que los demonios rondarán por ahí. Sin hacerse esperar, las bocinas soltaron esas notas musicales.

—Se acabo...— Soltó un suspiro la heterocromatina.

—¿Hay algún herido?— Preguntaron dos personas a lo lejos.

—Vengan por aquí— Dijo la otra persona.

Como si una ola de recuerdos la golpeara, la castaña se acordó de los tres niños que había ayudado al principio, tenían heridas por lo que sería bueno que se revisaran.

—Theo, Monica, Jake— Buscó entre la multitud, después de unos segundos, sus ojos dieron con uno —Ahí estás, The...— No termino, pues cuando lo vio tenía muy mal su herida, y lo peor, el resto no se encontraba con el —Theo, ¿Qué sucedió?, ¿Dónde están Monica y Jake?—

—Están muertos... El mató a ambos— Lo susurro pero lo suficientemente alto para que lo escuchara —Es mi culpa... es todo mi culpa, lo siento... lo siento hermano, hermana— La contraria lo abrazo, el menor acepto el gesto.

—Tranquilo, no es tu culpa, estoy segura que ellos nunca te culparían— Acaricio su cabeza —Anda, desahógate—

El pequeño comenzó a llorar parecía una escena de hermana mayor consolando a su hermano pequeño después de haberse raspado la rodilla. Pasó un largo rato el menor logro cesar las lágrimas.

—Ve a que te curen, tienes que cuidarte por Jake y Monica Theo hizo caso sin decir nada, se acercó con las personas que tenía los botiquines.

—¿Vas a darles sesiones de llanto a todos los que perdieron a alguien?— Hablo la persona que siempre estuvo con ella —Escúchame— Le dio un pequeño golpe en la cabeza —Levántate, te he estado siguiendo toda la mañana, ahora es tu turno de cumplir tu promesa— Giro sobre sus talones, sin reprochar a eso, Angela comenzó a seguirla.

Llegaron al final del pueblo, justo frente a un molino de viento gigante, la pelilila golpeo la puerta tres veces.

—Soy yo, Adam, abre— En eso un humano muy grande las dejo pasar, miro con desconfianza a la menor, ella lo saludo nerviosa —La traje conmigo.—

Ambas siguieron su camino, abrieron otra puerta, encontrándose con 8 personas más, reconoció a dos que antes estaban con los botiquines.

—Te presentaré a mis compañeros... Desde la derecha, ellos son Sandy y Zack ellos realizan la labor medica— Apunto a un chico con cabello alborotado y uno moreno más alto, con una enorme cicatriz cubriendo su cara —Niguel es nuestro mecánico— Chico con gorra y lentes de explorador —Sonia es la segunda al mando— Chica con dos coletas, lentes y pecas —Pepe, Gillian, Paula... ellos están a cargo de las provisiones.— Chica pelinegra con pañuelo cubriendo su barbilla, boca, nariz, a su lado estaba estaba otra niña rubia con gorro rosa y varios broches cubriéndolo, otro chico moreno con una marca en su ojo —Luego estoy yo, Violeta— El pecho de la heterocromatina dolió un poco —Y también...—

Ohhh La interrumpió mientras pensaba —Sabía que eras una chica, digo, tienes esa aura.—

—No interrumpas— Grito en su oído —Oliver, nuestro líder— Un chico mucho más alto que ella se acercó, peliblanco con un mechón rojo que claramente resaltaba.

—Un gusto en conocerte— Sonrió dulcemente y estrecharon sus manos.

—Nueve miembros en total, todos sabemos la verdad como tu... y estamos sobreviviendo en estos campos de caza humana, somos lo que nos las hemos arreglado para mantenernos vivos por meses... años en algunos casos.—

—¿Y cuál es tu nombre? ¿De dónde vienes?— Se acercó la rubia de ojos verdes.

—Oh, claro, soy Angela, yo em...— Se quedo callada un momento, aún le costaba hablar con extraños —Escape de la plantación de Grace Field, y termine aquí, ¿Ustedes también escaparon?—

—Nop. Todos nosotros fuimos traídos aquí como presa viva, al igual que los novatos que viste y todos somos de Grand Valley, la plantación que lord Bayon dirige como proveedor— Todos destaparon sus pechos mostrando sus marcas, eso le subió el calor a las mejillas a Angela, no tenía problemas con las chicas, después de todo conocía su cuerpo, pero... era la primera vez que veía a chicos con el pecho descubierto, les dio la espalda avergonzada.

—Los otros chicos traídos aquí son casi siempre de Grand Valley también— Volvió a captar su atención el albino —Pensamos que debe ser el único lugar donde Bayon tiene alguna influencia, incluyéndote, solo hay 3 chicos de otras plantaciones.—

—Y tú eres la primera de Grace Field— Hablo la chica con el pañuelo.

—E incluso una fugitiva verdadera— Completo Gillian.

—Este lugar es cómo has visto, un patio de juegos donde monstruos cazan humanos, cada par de días vienen por capricho, cazándonos en la mañana, es todo un juego para ellos, tienen su linda cacería... responden las perdidas y se repite— Sacaron una caja llena de armas.

—¿Esto es...?— La miro sorprendida.

—Estos son los juguetes que ellos nos dieron para jugar— Hablo Niguel con un semblante sombrío.

—De alguna manera parecen ser inmortales... por lo cual nos dieron esto— Dijo Sonia.

—Muchos de nuestros compañeros fueron a luchar con esto a mano... y murieron, así muchos más niños no pueden ser instruidos a tiempo, antes de que siquiera comprendan que está pasando, no pueden ni sostener un arma, ellos pierden sus vidas... esos monstruos en este lugar, han matado y matado— Oliver apretó los dientes frustrado —Soportamos la muerte rodeándonos constantemente, y encontramos razones para seguir viviendo, por lo que... vamos a destruir este lugar con nuestras propias manos— Golpeo la mesa.

—Debido a que este lugar es secreto, su número es limitado también— Zack hablo con una voz seria.

—Los otros monstruos no saben de este lugar... y no se pueden permitir que se sepa, los cazadores furtivos no llaman por refuerzos... incluso si es es encontrado, tomaría tiempo antes de que se tome cualquier acción— La de coletas acomodo sus lentes.

—Los mataremos a todos y llevaremos a todos a una villa humana, ¡Estoy cansado de aceptar sacrificios y tan solo huir! ¡Es hora de la venganza!... Queremos tu ayuda, tu sabes la verdad y aun así te atreves a enfrentarlos— El albino mostró un semblante determinado.

—De acuerdo, los ayudaré, yo también quiero destruir este lugar.—

—Hablando de eso...— Violeta se volvió a hacer presente en la platica —Tu mataste a uno de ellos sin usar un arma, ¿Cómo?— Todos se quedaron en silencio.

—¿Cómo que cómo?— Se rasco la cabeza nerviosa —Simplemente se murió, yo creo que ya estaba lastimado.—

—Eres mala para mentir— La acorralo en la pared —Dinos la verdad.—

—La verdad...—

Tag, You're It (The Promised Neverland)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora