T R E S

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La hermana Krone dio un limite de veinte minutos, el tiempo suficiente para que los niños buscarán un lugar seguro.

—Muy bien— Hablo la mayor en cuanto paso el tiempo —Me he estado preguntando acerca de esos chicos Comenzó a correr dejando una ráfaga de viento a sus espaldas.

Era muy rápida, se detuvo en medio del bosque, para colocar su mano detrás de su oreja, escuchando el más mínimo ruido, estuvo pensando por varios segundos.

Sin darse cuenta de que una presencia la observaba con total cuidado, Angela pudo notar como capturaba a los más pequeños con un simple truco de interés.

Fue capturando un por uno, era un verdadero monstruo, incluso capturo a Don y Gilda, dos de los 6 mayores, eso sin contar que quedaban otros dos críos.

La morena puso vista en los indefensos, pero la pelinaranja frustro su intento cargándolos para comenzar a correr. Sin importar cuanto lo intentara la ojiazul no podía dejar a alguien así.

Corrio con dirección a la mayor, tomando a una niña rubia, dejándole a Phil, sabia que no podía perseguir a amabas, capto su atención, pero sin embargo decidió perseguir a Emma. Ya lo sospechaba.

Se detuvo cuando notó que estaba lejos de la adulta.

¿Estas bien? Pregunto acariciando los cabellos rubios de la pequeña.

Si Respondió con sudor bajando por su frente —Pero, estoy cansada Tomo su mano guiándola para que saliera del bosque.

Ahí esta la casa, ve y toma un vaso de agua para que recuperes tu energía Su voz era relajante provocando que la menor sonriera para comenzar a caminar en dirección al orfanato.

La contraria volvió a adentrarse en el bosque, quedaban ocho minutos y cuarenta segundos.

Mientras corría los últimos chicos se colocaron a sus lados, Krone iba detrás de ellos, decidió perseguir a la fémina.

La joven en un punto ciego dio un giro, en donde había una pared de piedra muy alta, la morena pensó que la tenía acorralada, cuando dio la vuelta no había nadie.

—Aquí arriba— Escucho una voz justo al piel del barranco, era ella.

Tiempo fuera Sintió una mano en su hombro, encontrándose con el azabache.

Nosotros ganamos Una tercera voz se hizo presente, era el albino.

Los cuatro regresaron al edificio, todos felicitaron a los tres que lograron salir ilesos, sin importar cuanto pensara, no podía imaginar que la castaña hubiera subido un muro de piedra en tan poco tiempo

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Al día siguiente
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La ojiazul podía notar como los mayores entrenaban a los niños con el juego de las traes, ella no estaba incluida, lo sabia perfectamente, aunque si ella quisiera justo ahora podía escapar sola, tenía todo a su favor incluído un as bajo la manga.

En estos momentos, se encontraba sentada debajo del árbol, el azabache no se encontraba cerca, además, el árbol no tenía su nombre.

Angela Llamaron su atención, era Emma.

¿Necesitas algo? Dijo con su típica voz tranquila.

Quiero hablar contigo, ¿Puedes ir a la biblioteca durante la noche? Colocó una mano en su pecho, esperando una respuesta.

Claro La pelinaranja sonrió mientras se alejaba, dejándole su espacio.

—«¡Que obvia!»— Pensó con los ojos cerrados.

(...)

Llegó la hora de la reunión, la menor entró encontrándose con una chica de lentes y un joven moreno.

Hola La saludo el chico —¿Tambien te pidieron venir?

Si Se sentó sobre una de las mesas, comenzando a balancear sus pies, un ruido se escucho proveniente de la puerta, ya habían llegado.

Gracias por esperarnos Hablo el albino.

De nada bro, ¿Qué paso? Lo recibió el más alto.

La explicación duro menos de lo esperado, a la castaña le sorprendió la fantasiosa explicación del trío, no creyó que pudieran inventar semejante historia.

¿Trafico de humanos?— Don se trago el cuento.

Así es, todos nuestros hermanos que salieron de aquí, fueron vendidos a esos tipos malos La ojiverde era muy buena actriz.

Pff, jajajajaja Comenzó a reírse el único que estaba unido a la conversación —Pensé que me iban a contar algo horrible por sus caras... Pero esto jajajaja, imposible.

La menor se perdió en sus pensamientos. Estaba en otro mundo, sin darse cuenta dejó de poner atención a la conversación.

Escapen con nosotros Ese grito saco a la femenina de su cabeza, al levantar la cara, se encontró con 5 pares de ojos enfocados a su persona.

De acuerdo, los ayudaré Respondió ganándose las sonrisas de los presentes.

La junta término ahí, todos regresaron a su habitación, ella por otro lado regreso al cuarto en donde se sentía sola.

A partir de mañana, tendrá que decidir si compartir su carta, o dejarlos en la ignorancia.

¿Que debería hacer, Violet?— Dijo en un susurro cerrando sus ojos.

Tag, You're It (The Promised Neverland)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora