El sol empezaba a entrar por las distintas ventanas del orfanato, golpeándole en el rostro a la recién llegada, tapo su cara con la sabana blanca tratando de cubrirse, tenia pensado volver a dormir pero sus planes fueron frustrados por unos toques en la puerta de madera.
—¿Quién?— Pregunto sin renunciar a su posición actual.
—Baja a desayunar, todos te están esperando— Se escucho la "dulce" voz de la encargada del lugar.
—Bajo en un momento— Respondió escuchando pasos alejándose de la puerta, se levanto de mala gana para ponerse el uniforme blanco, atarse los cordones de sus botas cafés, termino su rutina cepillándose su largo cabello el cual le llegaba a la cintura mientras acomodaba su fleco para tapar su ojo izquierdo.
Salio del cuarto caminando por el largo pasillo doblando en la esquina para bajar por las escaleras y llegar a lo que era el comedor, encontrándose con todos los niños corriendo y jugando entre ellos, con unas sonrisas dulces.
La castaña sonrió nostálgica al recordar su antigua casa en donde era ignorante con lo que pasaba a su alrededor.
—«Si solo pudiera retroceder el tiempo»—Pensó mientras pasaba el marco de la puerta, llamando la atención de todos los presentes.
—Buenos días, Angela— Dijeron todos al unísono.
—Buenos días— Respondió con una sonrisa.
—Angela— Llamo sus atención uno de los pequeños.
—¿Sucede algo, Phil?— Pregunto mientras se hincaba para estar a la altura del menor.
—Siéntate conmigo— Tomo su mano y la llevó corriendo a una silla en medio de la mesa.
—De acuerdo— Accedió tomando asiento.
(...)
—Edad 10, tipo 1. Por favor responda cada pregunta dentro de 10 segundos, comenzamos ahora— Se escucho una voz robótica en los audífonos que portaba la castaña.
—Pan comido— Susurro así misma, empezando a contestar todo sin titubear, al cabo de unos minutos se quito sus audífonos, recargo sus codos en el aparato, poso su cabeza sobre sus manos cerrando los ojos.
Después de esperar y que todos terminaran sus exámenes escucho los diferentes murmullos de los menores, festejando por haber respondido la mitad o incluso más.
Dejo de escuchar las diferentes conversaciones cuando la adulta se poso enfrente de todos para anunciar los puntajes y ver quien mejoro o quien empeoro.
—Emma, Ray, Norman, muy bien trabajo ustedes tres volvieron a obtener trescientos puntos— Anuncio a lo que todos empezaron a festejarlos —Angela— La mencionada levanto la cabeza, abriendo los ojos para escuchar —Tu también obtuviste el puntaje más alto— Al decir esto, voltearon a verla sorprendidos y emocionados.
—Increíble— Esa palabra se escucho repetidamente en todos los rincones del lugar.
(...)
En el gran campo que rodeaba el edificio se encontraban los infantes jugando, gritando y corriendo alegremente.
La ojiazul los veía sentada en el pasto verde, disfrutando del viendo que jugaba con su cabello, cuando de pronto escucho un golpe hueco en el árbol cerca de la casa, en donde se encontraban sus mayores.
El ruido provocó que se deshiciera de su posición actual para acercarse sigilosamente a ver que ocurría, no quería interrumpir su conversación, pero más eran sus ganas de asegurarse de que todos estuvieran bien.
—¿Todo está bien?— Pregunto cuando estaba lo bastante cerca para que la escucharan, esta acción sobresalto al trío, no habían escuchado sus pasos o sentido su presencia.
—Si, si, todo esta bien— Respondió la chica pelinaranja con alegría.
La menor giro su cabeza logrando ver que en la mano derecha del albino se clavaron algunas astillas.
—Eso no es lo que parece— Tomó la mano del chico para mostrarle a los demás —Esto no esta bien— Rápidamente tomó la mano contraria del mayor llevándolo dentro de la casa para curarle su herida.
Subieron las escaleras directo al cuarto de enfermería.
—Por favor, siéntate, no tardaré mucho— Pidió mientras tomaba una pequeña caja blanca.
El contrario hizo caso, tomó asiento sobre una silla de madera, la castaña saco unas pequeñas pinzas para quitar las astillas que se habían quedado incrustadas en la piel blanca del albino.
Limpio la sangre que quedaba y cubrió con una venda los nudillos del chico.
—Listo— Guardo las cosas en su lugar —Puedes irte— El contrario se levantó para salir, abrió la puerta pero volteo su cabeza para ver a la persona frente a el.
—Gracias— Sonrió saliendo del cuarto.
La castaña se quedó mirando la puerta, una sonrisa sinceramente vistió su cara por la acción del contrario, le daba una calidad sensación de cariño.
—Espero que estés orgullosa, Violet— Susurro para si misma mientras salía de la habitación.
ESTÁS LEYENDO
Tag, You're It (The Promised Neverland)
FanfictionNúmero de identificación: 83221 Nombre: Angela Calidad: Premium (Muy buena para su edad) Edad:10 años Peligro: Alto