𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐕

4.9K 377 75
                                    

Eso te hizo levantarte de la cama rápidamente. Quitaste la manta para ver que había.

Sin embargo, no había nada.

Tu corazón estaba latiendo con fuerza. Estabas muy nerviosa, pero al comprobar de que no había nada, solo alimentó más tu intranquilidad.  Claramente sentiste que algo rozó tus muslos. 

Con el deseo de volver a dormir, quisiste volver a acostarte, pero tus muñecas fueron sujetadas fuertemente por una fuerza invisible que te hizo pegar la espalda contra tu cama con velocidad y ninguna delicadeza. Te asustaste mucho ya que no había nada, no sabías que era lo que sostenía tus muñecas con tanta fuerza. 

Tus manos estaban de cada lado de tu cabeza y eras incapaz de moverlas. Sentiste algo recorrer tus piernas y te asustaste más. Intentaste forcejear, pero fue muy inútil. Querías gritar, sin embargo, en el instante que abriste la boca, algo se encargó de volvertela a cerrar. Estabas petrificada. No podías moverte, no podías gritar y para colmo, algo se estaba arrastrando entre tus piernas. 

La habitación estaba en silencio cuando el chirrido de la cama resonó por las cuatro paredes. Era el tipo de sonido de cuando alguien o algo pesado se sube a la cama. Pronto sentiste aquel peso sobre tu cuerpo. Era como si una enorme masa te aplastara todo tu ser.

La cosa que estaba recorriendo tus piernas fue yendo más arriba hasta donde estaba tu ropa interior y comenzó a frotarse. Eso provocó una sensación totalmente nueva en tu cuerpo acompañado de un espasmo que te recorrió toda la espina dorsal.

Posterior a ese hecho, tu pijama fue partida a la mitad por algo invisible, lo que dejo tu cuerpo al descubierto. Cual sea la cosa que estaba contigo en tu habitación hizo a un lado los retazos de tu ropa destrozada y comenzó a tocar tus senos de manera descuidada y vulgar. Eso te alarmó de sobre manera, sin embargo, no podías hacer nada.

Los toques sobre tus senos se suavizaron mientras más tiempo pasaba amasándolos, luego sentiste unos pequeños piquetes en tus pechos que empezaban a ser estimulantes. Estabas sensible por lo que podías sentir, sumando que eras bastante inexperta en ese aspecto.

Quisiste ver quien estaba sobre ti así que te esforzaste en mirar más de cerca y con más detalle. No fue hasta que la luz de la luna traspasó la ventana y dejó ver la silueta casi invisible en la oscuridad de un joven. Su cuerpo era atlético y bien dotado. Se podían ver perfectamente sus abdominales, sus fuertes brazos y sus piernas musculosas. De su espalda salían dos alas neh6comoblas de un murciélago y una cola que salía de más abajo de su espalda, que era la cosa que se estaba frotando contra tu entrepierna.

Su cabello era de color rojo y blanco, un color en cada lado de su cabeza. Sobresalían dos cuernos negros de ahí. Sus ojos también eran de dos diferentes colores. Azul y gris. Tenía una mancha roja sobre el ojo izquierdo, pero aún seguía siendo guapo. Fue una imagen general, por que por lo que podías notar, él estaba muy ocupado mordisqueando tus senos.

Solo podías observar ya que tus manos estaban siendo sostenidas con sus grandes manos. 

Te alarmaste más cuando sentiste que tu ropa interior era hecha a un lado para darle paso a su cola que seguía frotándose contra tu piel sensible. En algún punto, su cola tocó un punto sensible de tu intimidad, lo que provocó que tu espalda se empezara a arquear y en tu vientre bajo empezara a alojarse una sensación tan tortuosa como deliciosa.

Tenías ganas de orinar, pero sabías que en realidad no era eso. Era parecido el tipo de sensación. Para este punto, tu boca ya estaba abierta y de ahí, estaban saliendo algunos sonidos que nunca imaginaste que irían a salir.

— ¿Que...eres? — preguntaste a penas te diste cuenta de la libertad de tu boca.

Sentiste su lengua pasar por tus botones rosados y otro espasmo te acompaño. Su saliva se sentía fría al principio, pero despues era caliente y finalmente demasiado estimulante. El chico no te contestó y siguió con tu otro seno. 

Rᴇᴢᴀ ᴛᴏᴅᴏ ʟᴏ ϙᴜᴇ ϙᴜɪᴇʀᴀs; Tᴏᴅᴏʀᴏᴋɪ SʜᴏᴛᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora