El Dios del Fuego.

3. La mentira más grande.

- ¡Sabía que algo andaba mal!

Yoongi estaba muy molesto afuera de la enfermería de la ciudadela.

- ¡Pudieron morir!

- No es mi culpa que él sea un mentiroso.

Yoongi se detuvo enfrente de Jungkook. 

- ¿Te lavas las manos? ¿Eso es lo que intentas hacer? - él lo miraba furioso - los dos son los culpables, para eso existe la conexión de mentes para que siempre haya un apoyo para estás situaciones si tú no sabías lo que les esperaba en la cueva es por qué no confía en ti.

- Tú mismo me das la razón.

Yoongi se acercó más.

- ¿Acaso no te has preguntado pedazo de idiota el por qué el no te deja entrar a su mente? ¿Alguna vez te has esforzado aunque sea un poco?

Jungkook miró hacía el otro lado, estaba muy cansado, la energía estaba fluyendo muy lento y eso lo hacia sentir más pesado, era increíble lo acostumbrado a él que tomara toda su energía.

- No hay comunicación entre ustedes, él se expuso a una situación muy peligrosa y tú lo sobrecargaste de energía.

Jungkook se levantó y encaró a su jefe.

- Solo deja de entrometerte jamás hemos tenido problemas en el pasado, lo solucionaremos de alguna manera.

- Crees que están fácil ¿no es así? - tan amenazante era el líder como su menor - Si no solucionas esto no serás el líder.

- ¡¿Qué dijiste?!

- Lo que escuchas, he hablado con Namjoon acerca de esto y el está dispuesto a tomar mi puesto, el tiene una pareja estable y...

Jungkook enfureció.
La energía que generó se apreso en su cuerpo haciendo doler sus terminaciones nerviosas.

- No es justo, mi padre te dejo en el puesto de forma provisional, estás ocupando mi lugar.

- No estás listo, casi matas a tu pareja, como crees que lo tomaran los demás, no eres una persona confiable y lo peor es que ni siquiera eres capaz de medir la magnitud de tus estupideces.

- ¡¿Por qué todo tiene que ser mi culpa?! ¡¿Lo viste no es así?! El dijo que solo eran unos pocos murciélagos, que sería algo rápido y no era así, le pedí que me diga lo que está sucediendo y él se niega - Jungkook se sentía frustrado.

- Por qué tú jamás le diste una oportunidad ¿Cómo quieres que ahora de la nada te incluya?

- Me quedé a su lado - Jungkook alzó la voz - para ti todo lo que hago está mal, pero me quedé  para ayudarlo, eso es lo que no sabes. Él que tiro de mi energía hasta el límite, entiende que trato de hacerlo mejor y él es el que me rechaza y no perderé mi puesto solo por su necedad, me escuchas.

Jungkook escupió por qué estaba a punto de gritar.

- No soy el malo aquí Yoongi y no me quitarás lo que por derecho me corresponde.

Yoongi se acercó a él.

- Entonces has que te acepte, si tienes que pedir perdón hazlo - clavo un dedo en su pecho. - deja de ser un cobarde y afronta tu maldito destino. Jimin es un chico excepcional y lo estás perdiendo.

El jefe se alejó pero Jungkook lo tomó por el brazo.

- El me odia.

Yoongi alzó una ceja.

- Es tu pareja, el no te puede odiar.

Lo soltó y miró para ambos lados nervioso.

- Hablaré con él.