La forma en que las ondas del fuego se expanden y queman todo a su paso reflejan la manera en que las emociones destruyen al dios durante la batalla.
Nada lo puede destruir más que el mismo.
La portada me la regaló con mucho cariño: @minmist todos...
⏪⏪ Último capítulo en el pasado, prestad atención.
💢
- No más por favor.
- Las llamas no te quemaran, no seas tonto.
Jimin cerró los ojos con fuerza. Su cuerpo se sentía que ardía, las palmas de sus manos apenas encendían pequeñas llamas, pero el sentía que estallarían de un momento a otro de nuevo.
Pero ahora el líder no estaba y no habría la manera de explicar aquello como la falta de sensatez. Todos estaban en peligro si el no lograba controlarse.
Pero los dromings, pequeños monstruos rastreros se acercaban más y más a la ciudadela, amenazaban con destrozar todo a su paso.
Era su responsabilidad cuidar de los suyos.
- ¡Tienes que irte! - dijo Jimin a Jungkook. - ¡Incendiare todo!
- Solo lanza el fuego a lo lejos, vamos no debe de ser tan difícil.
El comenzó a matar monstruos con su espada, empujando más y más energía dentro de él.
Odiaba que hiciera eso, quería decirle que parara, por qué el no era capaz de canalizarla correctamente, pero al mismo tiempo podía ver en su mente la confianza que tenía en que si lo lograría.
Pero nada de lo que estaba sintiendo le ayudaba a sentir confianza en el mismo.
Jimin se sentía perdido.
No era lo que todos esperaban que fuera, tampoco era nada para Jungkook ni como pareja ni como guerrero y para el Líder solo era un maldito tanque de combustión sin control.
Debí escapar, decía en su mente, no sirves para nada, no eres un guerrero auténtico.
- ¡¿Qué pasa?! por qué te detienes.
Jimin había bajado las manos.
Estaba rendido no entendia su papel en esa historia.
- ¡Jimin!
La mente de Jungkook estaba llena de reclamos, para él su figura era débil y poco sagaz, ¿como se suponía que él podía hacerlo?
- ¡Jimin! - una orda de Dromings se acercaron a los demás guerreros que lanzaban piedras y algunos golpes de agua. - ¡Ahora!
Jungkook estaba muy enojado por su falta de valor, podía ver su mente cuanto deseaba que de una vez rompiera en fuego.
Su cuerpo comenzó a doler, sus huesos crujieron por el exceso de energía.
Nadie de allí podía salvarlo.
Cerró los ojos y se concentró.
Recordaba las palabras del líder.
" el amor " "la clave está en el amor"
- ¡Jimin! - Gritó Jungkook maldiendolo en su mente.
Jimin alzó la mirada justo cuando uno de los dromings iba hacia él, Jungkook se había interpuesto y lo había matado de forma limpia.
Jimin lo observó hacerlo y buscó en su mente las razones para ello pero solo encontró la preocupacion por el mismo.
Sin él, Jungkook no podría vivir.
Eso lo molesto en sobre manera, sus manos comenzaron a hacer látigos de fuego.
Asombrado por esto alzó los látigos y golpeó a dos de Dromings más que se acercaron a él.
La mente de Jimin era una montaña de odio hacia si mismo.
Eran los pensamientos insensibles de Jungkook los que le dieron el poder que necesitaba.
Un grito desgarrador sonó en la puerta de la ciudadela cuando el chico nombrado Dios del fuego quemó todos aquellos monstruos que acechaban con la paz de la ciudadela.
- ¡Eso es! - celebró Jungkook quien se alejó lo suficiente para que el fuego de Jimin no lo quemará, pues este estaba cada vez más intenso.
Cuando todo estuvo echo Jimin regresó las llamas a él de forma controlada, apenas respiraba, se agachó para reponerse.
Nadie se acercó a él para ayudarlo, eso sumó un poco más de desason a todo lo que sentía.
Dio la vuelta pasando en medio de toda la gente que lo veíam asombrados.
Jimin ese día descubrió la manera de controlar el fuego, de la peor manera que podría hacerse si.
Podía ver la mente de Jungkook, él celebraba la hazaña sin entender la raíz de está.
Jimin sonrió sin ganas.
Era verdad que no le importaba lo más mínimo, pero eso no lo lastimó más, al contrario le dio más razones para crear su fuego.
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