Desde la colina Jungkook podía ver cómo el humo se alzaba por el bosque, cada más cerca de donde el se encontraba.
Esa noche era seguro que la tormenta llegaría, la lluvía acabaría con el incendio que estaba alterando la aparentemente calmada noche.
No era necesario que se preocupara por él, por qué su piel era aprueba de fuego, era inmune a su poder implacable, pero Jungkook no lo era, así que estar lejos era lo mejor.
Después que el cielo se iluminará por la aparición de un relámpago, el sonido de un trueno fuerte se llevó su concentración, alzó la mirada al cielo y empujó toda la energía de su cuerpo para que Jimin siguiera con la exterminación de la colonia de Lynarsis que estaban rompiendo el equilibrio de esa zona.
Los Lynarsis eran murciélagos deformes que se alimentaban de sangre de humanos sin ninguna piedad, estos vivían en lo profundo de ese bosque justo en el lugar que Jimin estaba incendiando, habían rastreado las cuevas durante meses y esa había sido la noche perfecta para actuar.
Por qué, por qué la lluvia que se avecinaba apagaría todo el incendio que se causaría, evitando así que se expandiera más de lo que se debía.
El viento sopló con tempestuosidad, el tiempo se había acabado, no podía comunicarse con Jimin para saber si ya había terminado con todo, pero no se podía hacer más.
Minutos más tarde las primeras gotas dieron paso a una cortina de lluvia fría y a un aire que fuerte que calmó así aquel desastre necesario que habían echo los dos en las entrañas de aquel bosque.
Pronto Jungkook sintió que ya no hubo más absorción de energía y por fin dejó de tensar su cuerpo, dejo caer una rodilla sobre el barro para poder equilibrarse de nuevo.
El agua mojó su cabello y está escurrió sobre su rostro de manera refrescante, aliviando rápidamente ese doloroso desbalance, pronto se puso de pie y comenzó a bajar la colina empuñando su espada en una mano y en su espalda el arco en forma de ataque.
Era fácil saber dónde estaría Jimin, solo tendría que preguntarle mentalmente, pero no lo hizo por qué no iría hacía allí, caminaría de regresó hacia donde había dejado su moto y se dirigiría a la fortaleza de regreso.
Ese era su modo de trabajo, extraño para muchos pero para ellos dos estaba bien, ninguno de los dos estaba vulnerable y ambos eran letales, apesar de ser una pareja de dos guerreros no hacía falta ningún tipo de intimidad para que trabajasen de manera perfecta.
Jungkook se jactaba de ser el mejor en el grupo de guardianes debido a que tenía como pareja al único guerrero que podía dominar el fuego.
Jimin era considerado como un Dios del Fuego por la manera en que el dominaba ese elemento, era decidido y jamás mostraba miedo.
Era un arma mortal.
En algún momento hubo quejas de su parte por tener de pareja a un varón pero después de la primera batalla no hubo la menor duda que él era especial. Después de ocho años juntos ambos rosaban ya los 25 y seguían mostrando el mismo respeto de siempre.
La lluvia era cada vez más fuerte , Jungkook manejo a todo velocidad para llegar antes que él, pero en el camino escuchó el ruido de otra moto muy cerca. Con una sonrisa vio que Jimin lo rebasó hasta se perdió de su vista en la carretera. El aceleró para alcanzarlo pero le fue imposible.
Ambos eran muy competitivos.
Cuando llegó a la fortaleza lo vio estacionando su moto y sacando el casco.
- ¿Qué tal estuvo? ¿Acabaste con todos?
Jungkook corrió para alcanzarlo en la orilla de río, la lluvia estaba en su punto más fuerte y era difícil alzar el rostro.
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El Dios del Fuego.
Fiksi PenggemarLa forma en que las ondas del fuego se expanden y queman todo a su paso reflejan la manera en que las emociones destruyen al dios durante la batalla. Nada lo puede destruir más que el mismo. La portada me la regaló con mucho cariño: @minmist todos...