Pᴇ́ᴛᴀʟᴏs ᴅᴇ Lɪʀɪᴏ {MP100}

ꕤ Capítulo 1/ Inicios ꕤ

– Mob-Kun, ya espabilate.

Si tuviera que recordar el momento exacto en el que comenzó todo este infierno, seguro diría ese día, con esa frase, de los labios de esa chica.

Recuerda que ese día, se culpó a sí mismo, por no ser capaz de expresar sus sentimientos como debería.
Por no poder hacer algo tan común como reírse de un chiste.

A pesar de todos sus esfuerzos por sorprender a la chica que amaba, no funcionó en lo absoluto.
Era muy joven, para estar sufriendo del dichoso "amor no correspondido" se sentía triste y frustrado.

Pasaron un par de semanas, y el pequeño comenzó a presentar síntomas. Tosía, gripe común, o eso creían todos hasta que un día cayó desmayado en el parque donde solía jugar con su hermano menor, después de haber escupido varias ensangrentadas ramitas.

Lo llevaron inmediatamente a un hospital donde sus peores miedos se hicieron realidad.

– ¡Hermanito! ¿Estás bien?

Él toco su garganta en una expresión de dolor, no podrá hablar por unas horas.

– Señores Kageyama ¿podemos hablar?–llamó el doctor
– Ritsu ¿esperarías aquí quietesito?
– ¡Sí! ¡No tocaré nada!
– Gracias cariño –le besó la frente antes de salir de la habitación

Un caso más. Confirmado.

Pero no llegó a etapa crítica como suelen llegar todos los pacientes con esa enfermedad tan peculiar.

No era necesario una operación tampoco, el niño pasó hospitalizado con un tratamiento especial para desaparecer las raíces crecientes en su pequeño estómago.

Fueron años difíciles para toda la familia Kageyama.
Sin embargo con el tratamiento indicado y ayuda psicológica, el joven Shigeo de ahora dieciséis años había mejorado considerablemente.

Pero ¿a cambio de qué?
En vez de mejorar con respecto a su personalidad, empeoró.

Ya no era capaz de sentir nada.

Su expresión neutra era aterradora, su voz sin sentimientos daba frío y su poca empatía hacía dudar a más de alguno si era de este mundo o no.

¿Quién puede ser tan inhumano?
Pues Shigeo lo era.

– Kageyama ¿Puedes resolver el ejercicio de la pizarra?
Él se puso de pie– No
– No mejorarás tus promedios si mantienes esa actitud, puedes sentarte.
Él obedeció.
– Androide
– Silencio clase –regañó el adulto y prosiguió con su clase.

Hacerle Bullying al chico había dejado de ser divertido hace tiempos, al ver que nada podía molestarlo, sin embargo de vez en cuando se desquitaban con él por la misma razón. Jamás diría o reclamaría por nada.

– Hola Shige –saludó su hermano
– Hola
– ¿Qué tal te fue hoy?
– Androide
– ¿Te dijeron eso?
– Sí
– Esos idiotas, te juro que me dan ganas de...

Y mientras su hermano decía las mil y un cosas que le haría a los tipos que lo molestan; Shigeo admiraba ese sentimiento "La Ira"
Podía notarlo, sus cejas fruncidas, sus parpados encogiendose levemente, el elevar de su voz, su lengua trabajarse entre sus dientes por tantas palabras saliendo al mismo tiempo.
Conocía la fórmula pero no podía ponerla en práctica.
Puede imitar la expresión pero no puede sentirla, frustrante.

– No tienes que hacer eso
– Pero lo haría
– Hazlo entonces
– Bueno, no creo que lanzarles un edificio esté al alcance de mi poder hermano

Él no dijo nada, y así se fueron a casa, como todos los días, en silencio.

– ¡Ya estamos en casa! –Anunció Ritsu al llegar a su hogar
– Bienvenidos –dijo su madre, la única en casa ya que su padre trabajaba todavía –¿Cómo les fue?
– Bien

Dijeron ambos, su madre jamás supo de las molestias que el Kageyama mayor pasó y sigue pasando, ya que a su criterio no era lo suficientemente grave para que ella lo supiera y no quería preocuparla, aunque Ritsu no estaba tan de acuerdo.

– Shigeo ¿tomaste tus...?
– Sí –dijo antes de que ella terminara
– ¿Tienes hambre? –obtuvo una negación– Entiendo –las pastillas suelen quitarle el apetito

En la cena, Shigeo era el único que no hablaba, y si lo hacia no era más de dos o tres palabras, casi nunca mantiene una conversación donde él aporte algo verdaderamente interesante, la mayoría del tiempo era él quien respondía y no quien preguntaba.

– Shigeo mañana iremos al hospital –anunció su padre que ahora comía junto a su familia– Faltarás a clases

No esperaban una respuesta, de hecho, nunca la esperan cuando se trata de ir al hospital. Saben que a Shigeo no le agrada ir a ese lugar, hay recuerdos que renacen cada que toda la familia va.

"Me quiero ir, ya no quiero estar aquí, me duele mami, este lugar no me gusta...vámonos a casa"

"¿Ramitas y flores? Pero no comí nada de eso ¿Por qué están dentro de mí? ¿Cómo me las saco?"

"Es mi culpa...Es mi culpa por no ser normal...Si tan solo pudiera sentir como todos lo hacen...Si tan solo fuera normal...¿Por qué tengo que ser así? No me gusta...No me gusta ser yo"

Recuerdos que, no vale la pena volver a revivir.

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– Señores Kageyama los resultados están listos, pasen por aquí
– Ritsu...
– Ya sé mamá –le sonrió– ya no tienes por qué decirlo
– Tú ganas –sonrió también– sólo esperen aquí.

Shigeo tenía la mirada perdida y baja, no quería alzarla, no iba a hacerlo, no por ahora.

– ¿...Qué...?
– Sí, es lo mejor
– Pero él está perfectamente bien, no ha presentado síntomas en un año
– Lo sabemos
– ¿Entonces por qué?
– Necesitamos que esté aquí
– Eso no tiene sentido
Él hombre suspiró– Hay un nuevo rebrote

Soltó, sin más.

– Necesitamos que todos los que pasaron por la enfermedad se queden en un chequeo para controlar que no renazca
– Sólo nace por el sentimiento
– ¿Y están seguros que él ya no lo tiene?
– Diganos usted, es su psicólogo –estaba molesta
– Entiendo su preocupación como padres. Pero deben entender que es lo mejor para Shigeo

Hubo silencio, necesitaban pensar.

– ¿Cómo se lo voy a decir? –dijo la madre con preocupación
– Traiganlo, yo se lo diré –propuso el adulto de cabello claro

Otra vez silencio.

– ¿Por cuánto tiempo?
– Un mes, pero podrá volver a casa
– ¿A qué se refiere?
– Va a clases en la mañana, pasa aquí toda la tarde y en la noche pueden llevárselo a casa si quieren. Sé que puede hacer empeorar su estado emocional estando aquí
– Pero los doctores dicen que...
– Eso lo resuelvo yo –sonrió
– ...Gracias, señor Reigen
– He estado con ese chico desde que eran un pequeño, sé lo difícil que ha sido, por eso les prometo que haré lo posible para curarlo

Y una vez más, silencio.

– Dile a Shigeo que entre.

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