– ¡No señor! ¡A mí no me gusta tomar agua!
– ¡Pues tienes que hacerlo aunque no te guste y aún más si has estado enferma!
– Alice, Bambú ya cambió de profesión unas seis veces, decídete
– Es que es muy talentoso ¡Pero no me cambies el tema! ¡Toma agua!
– ¡Está bien! ¡Lo haré! ¡Sólo porque aquí el panda en cuestión me está obligando a!
– Qué sufrida –opinó su madre
– Un paciente más satisfecho –alardea para ella misma la menorLirio rió levemente y se dejó caer respaldada en el asiento del auto, aclaró su garganta, dolía, probablemente por haber hablado mucho, a veces suele pasar.
– Por fin me dejaron salir del penal. Aunque probablemente ahora no me dejen salir en un año
– No pienses así, seguramente ahora te dejen salir más seguido –dio ánimos su padre, quien conducía
– Ojalá que sea asíElla estaba catalogada con estado critico en tratamiento, y aunque había reportado mejoras, tomando en cuenta el rebrote, seguía en riesgo, por lo que no podían darle de alta aún.
Ese día había sido divertido, realmente la había pasado bien con su familia e inesperadamente y por un corto tiempo, con Shigeo —definitivamente jamás olvidaría su cara de vergüenza—
Sin embargo como todos los días, este había llegado a su final, y ahora ahí estaba, viendo desde afuera el hospital donde debía regresar. Suspiró profundo.– Supongo que...nos veremos otro día
Sintió los bracitos de su hermana rodeándola.
– ¿Tienes que irte?
– Yo tampoco quisiera hacerlo, pero es necesario
– Volveremos a salir así otra vez, no te sientas triste Alice –animó el padre
– Cuida a mimi por mí ¿Ok?
– Ella tampoco pasa en la casa ahora
– ¡Esa gata! ¡me va a escuchar la próxima vez que me vea! –bromeóAunque costó, logró separarse de Alice, despidiéndose al igual que con sus padres.
– Vendré mañana ¿bien? Tengo que hablar con tu doctor
– Bien. Nos vemos entonces
– Adiós (T/N) te queremos
– Adiós –abrazó a tus padres con cada brazo– yo también los quieroY finalmente salió del auto para adentrarse al hospital, se despidió con la mano una última vez antes de entrar.
A esas horas todo era más tranquilo, en especial por la cantidad de jóvenes que habían regresado a casa ese día.
Ella era de las pocas personas que debían quedarse.
Decidió tomar una ducha antes de ir a dormir "para relajarse y dormir más fresca" según sus palabras.Ya se estaba acostumbrando a ver la cicatriz atravesar su pecho, no le gustaba, pero ya estaba familiarizada con eso, a veces podía importarle mucho y a veces en lo absoluto, pero siempre estaba ahí y podía verla.
Sabía que jamás se iría, era como un recuerdo de lo que tuvo que sufrir que se mantendría con ella por siempre.– Nooo, linda, soy linda –se dijo a sí misma
Sacudió su cabeza antes de darle chance de pensar en algo negativo, cuando recién estaba cicatrizando solía criticarse sola. Maldijo.
"Si tan solo no hubiera aceptado" Pensó, dependía tan sólo de negarse, pero ¿como le dices que no al chico que te gusta?
Una vez llegó a su habitación se dejó caer en la camilla, estirándose cómodamente, no tenía tanto sueño.
Revisó su celular por pura costumbre y se dio cuenta de algo lo suficientemente sorprendente para hacer que se sentara nuevamente.《Hola ¿(T/N)? Soy Usagi
¿Cómo estás? Hace un tiempo que no hablamos》¿Un tiempo? Desde que se enfermó, eso es mucho tiempo.
Habían sido mandados cuando estaba fuera del hospital, ni se dio cuenta en qué momento le cayeron.
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Pᴇ́ᴛᴀʟᴏs ᴅᴇ Lɪʀɪᴏ {MP100}
FanfictionMe gusta comparar el amor como una espada de doble filo. Puede ser un sentimiento tan puro y lleno de felicidad O puede llegar a ser tan doloroso y lleno de sufrimiento. Pero es más común asimilar el amor como el segundo filo de la espada. Pudiendo...