ꕤ Capítulo 7/ Jardín ꕤ

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Pasó el día en cama. No fue a clases.

Reigen ya sabía lo que había ocurrido pero aún así quiso escuchar la versión del chico, era necesario.

– Hace mucho no lloro
– Mmm...déjame pensar en algo

Colocó una mano en su mentón, pensativo. Y una vez consiguió la idea chasqueó los dedos.

– Un globo. Eres como un globo.
Imaginalo así –comenzó– eres un globo que en vez de aire estás lleno de sentimientos. Sentimientos comprimidos dentro de ti que te mantienen vivo.
¿Qué pasa cuando pinchas un globo?
– Explota
– Exacto, en sí se desinfla, puede ser de un solo golpe o hacerlo lentamente.
Creaste un agujero en ti, una salida.
Por eso es que tuviste más libertad de hacer preguntas y expresarte mejor, porque tus sentimientos te estaban desinflando.
Pero lo que te hizo explotar fue el ataque de pánico, por eso tus sentimientos te controlaron y comenzaste a llorar y a sentir miedo.
– Entiendo...
– No está mal que te desinfles, es necesario para liberar tus emociones.
Pero aún te cuesta controlar eso para no explotar
– Sí...
– Ahora, globito, ¿quieres liberar aire?

Shigeo lo pensó, no tanto, sí había algo que quería preguntarle, de hecho más de una cosa.

– ¿Por qué aún no lo olvido?
– Es imposible que lo olvides, pero puedes cambiar tu manera de sentirte con respecto a eso.
Se supone que estuvimos trabajando en eso ¿no? Pero estuviste ocultándome cosas Mob, si todavía sentías que te afectaba no puedo hacer mucho si estás ocultandolo ¿entiendes? Es importante que yo lo sepa. Te guardaste este miedo y estos recuerdos y causaron que explotaras.
– Es que creí que no me afectaban...
– ...Bien, si no quieres que vuelva a pasar tu sabrás lo que es mejor por hacer. Si estás aquí es para que expreses como te sientes para así poder ayudarte, no quiero regañarte, quiero ayudarte.

Reigen tenía razón, sabía que tenía razón.
Pero no era su culpa, no por completo.
A veces no le importaba en lo absoluto, pero a veces le afectaba demasiado.

– ¿Estoy enfermo?

La pregunta.
Reigen lo miró fijamente, no se lo esperaba.

– ¿Tú crees estar enfermo?

Shigeo lo miró fijamente.

Ambos se miraron de la misma manera, en silencio.
El chico no se había puesto a pensar en eso, después de todo, él es el único que sabe cómo se siente en realidad, los demás no son adivinos, si él no dice nada entonces todos asumirán que en realidad no pasa nada.
Y aunque las pruebas revelen si está enfermo o no, siguen sin saber cómo se siente.

– No lo sé

Era como si hubieran cambiado de roles.
Ahora eran ellos quienes conocían la fórmula, pero no como se sentía, frustrante.

– El domingo finalizan las pruebas de esta semana, cuando eso pase darán los primeros resultados y cuando eso pase, veremos qué medidas tomamos contigo. Hay que esperar hasta entonces

El joven no respondió.

– Corté el plazo de dos días a uno, me verás más seguido
– Está bien
– Muy bien ya debo irme, nos veremos pasado mañana
– Sí
– Adiós Mob, piensa en lo que te dije
– Sí, adiós señor Reigen... y gracias

El adulto le sonrió, nunca espera agradecimientos de parte del chico, fue una agradable sorpresa, y un avanzo más a pesar de todo.

Una vez Shigeo quedó solo en la habitación suspiró y se dejó caer en la camilla mirando al techo.
Dejó una mano sobre su estómago, ahí inició la raíz de su enfermedad.
Le asustaba el hecho de volver a enfermarse, pero Ritsu tenía razón, si se llega a enfermar los doctores lo atenderán lo antes posible para que no llegue a estado critico.
Le debía mucho a Ritsu, demasiado, literalmente la vida.

Pᴇ́ᴛᴀʟᴏs ᴅᴇ Lɪʀɪᴏ {MP100} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora