Pᴇ́ᴛᴀʟᴏs ᴅᴇ Lɪʀɪᴏ {MP100}

🌼 Especial 🌼

Buenas tardes, gente bonita.
Este es el especial 1k lecturas que nunca terminé :D
Desde ya les aviso que es un cap laaaaaargo.
En sí no lleva un orden cronológico con el resto de la historia, así que no es Canon jeje :>

Disfruten el capítulo, los quiero mucho <3
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– ¿¡Y bien!?

La miró con una expresión notablemente molesta.

– Yo espero una recompensa por esto
– ¿¡Lo conseguiste!?
– Niña no hice la gran cosa, pero sí. Tienes lo que resta del día, claro, con las limitaciones

La alegría reflejada en sus ojos causó en ellos un brillo admirable. Sonrió de oreja a oreja y abrazó a la adulta.

– ¡Te voy a comprar algo a ti también! ¡Lo prometo! ¡Gracias Amalia!
– Sí, sí, de nada babosa

Lirio rió– Bien, voy a alistarme. Cada minuto cuenta

La mujer la observó mientras la chica comenzaba a buscar un cambio de ropa para salir. Curiosa, decidió preguntar:

– Oye no fue hace mucho la última vez que saliste, ¿qué lo hace tan emocionante ahora?

Lirio no detuvo su andar, así mismo contestó.

– Bueno... te lo dije. Necesito comprar un regalo
– Sí, pero tu hermana ya cumplió años, tu madre cumple hasta casi terminar el año y si se tratara de mi no me habrías dicho nada de nada para el "efecto sorpresa" que te gusta hacer
– Bien, bien. No hay tanto misterio –hizo una pausa para verla– Fi-... Shigeo... cumple años...y yo le tengo que dar un regalo de ley
– ¿Por qué?
– ¿Me lo preguntas a mí? ¿En serio? Me gusta dar regalos ¿por qué más?
– Nada... Así que lo que lo hace especial es que se trata de Shigeo
– Pues sí, es el primer regalo que le voy a dar desde que nos conocemos. Y es su cumpleaños, es más especial todavía
– ¿Y qué le vas a dar?
– Ehehe~... No tengo idea

Amalia la miró dudosa.

– ¿No se supone que lo conoces?
– Pues sí, pero él no tiene gustos tan específicos que digamos. Así que es difícil
– Pero ¿Por qué no pediste salir mañana con más tiempo? Ahora sólo tienes lo que resta de la tarde y ni siquiera sabes qué comprar. Sueles ser más precavida en esas cosas
– Cumple años hoy

Silencio.
Lirio presionó sus labios en una incómoda sonrisa, mientras que Amalia pues, incrédula, reclamó.

– ¿¡HOY!?
– Ja, así reaccioné yo también
– ¿¡Te enteraste hoy!?
– Ayer, por la noche, cuando hablábamos
– ¿¡Qué!?
– ¡Ay, no es mi culpa! ¡No reacciones así!
– Con lo parlanchina que eres ¿nunca le hiciste esa pregunta antes? ¿¡es en serio!?
– Mira. Ya está, es hoy. Todavía tengo tiempo, él está en su escuela en este momento, regresa hasta la tarde. Debe ser tiempo suficiente
– ¿Tu madre irá?
– No, iré sola
– ¿¡QUE QUÉ!?

Lirio comenzó a atarse los zapatos.

– Ay por favor ¿sorprendida?
– Si te pasa algo, tu madre me va a matar
– Entonces ven conmigo
– ¡Tengo que trabajar!
– Entonces iré sola
– ¡LIRIO!
– ¡Se me hace tardeee~! No puede pasar de hoy. Y ya tengo permiso, así que iré sola

La adulta suspiró, frustrada y molesta.

– Llámame cada diez minutos
– Veinte
– Diez
– Media hora
– ¡Diez!
– ¡Amalia! ¡voy a estar bien! ¡si quiera veinte, en diez minutos salgo del hospital!
– ...Bien, veinte contados, ¡de verdad mocosa!
– Claro, claro