-Ahora con la mano detrás de la espalda- habló el fotógrafo mientras giraba el lente de su aparatosa cámara retratando al pelinegro que estaba realizando diferentes poses para obtener una magnífica sesión de fotos para la portada de una revista
-¿Es suficiente?- preguntó Jungkook
-Con eso basta- respondió el fotógrafo
-Muy bien- Jungkook salió de aquel papel blanco que estaban usando como fondo
-Como siempre están geniales- habló el chico rubio mirando las fotos de Jungkook en el monitor
-Yo siempre salgo bien, no me lo tienes que recordar- Jungkook se quitó la chaqueta de cuero que estaba usando dejando al descubierto sus tatuajes de manga completa en su brazo
Salió del set y caminó a su estudio, robándose algunas miradas del personal de la empresa, a lo que el respondía con una sonrisa cínica, se veía extremadamente bien y el lo sabía.
Al llegar a su estudio se miró en un pequeño espejo dándose cuenta que aún tenía los diamantes al rededor de sus ojos.
Con una sonrisa maliciosa salió prácticamente corriendo para dirigirse a la sala donde seguramente estaría Jimin.
Jungkook abrió la puerta del camerino encontrando a Jimin dormido en un pequeño sillón, lentamente se acercó a él mirando su rostro y pasando sus dedos por las mejillas tibias del pelirrojo quien al sentir su tacto se levantó de golpe.
-¿Qué haces aquí?- preguntó Jimin exaltado
-Más bien tú qué hacés aquí, y peor aún, durmiendo- reclamó Jungkook cruzado de brazos
-No me iba a quedar esperándote- respondió Jimin
-Sólo tardé 20 minutos en la sesión-
-¿Enserio?- preguntó
-Sí, lamento interrumpirlo bello durmiente, pero ¿Podrías quitarme esto?- señaló los cristales en sus ojos
-¿Para eso me molestas?- Jimin se levantó del sillón- pudiste hacerlo tú-
-De hecho ese es tu trabajo- habló Jungkook recostandose en el sillón
Jimin tomó un algodón y con sus dedos comenzó a desprender los diamantes- Ya- habló Jimin envolviendo el algodón y tirándolo al cesto
-¿No me vas a desmaquillar?- preguntó Jungkook con un puchero a lo que recibió un bufido por parte de Jimin lo que lo hizo sonreír
-Eres insoportable- Jimin pasó un algodón con agua micelar por el rostro de Jungkook, llevándose todo el maquillaje
-En el cajón de allá tengo mascarillas y cremas, ponme algunas- habló Jungkook sonríendo
-Ni creas que voy a untarte cosas en tu horrible cara- Jimin se levantó del sillón
-Por favor ¿Si?- habló Jungkook poniendo su efectiva mirada de perrito triste
-Ni lo sueñes-
-Tu trabajo es ocuparte de mi hermoso rostro, y esto lo incluye-
Jimin soltó un bufido y caminó hacia el cajón señalado para sacar algunos productos
-No olvides el rodillo facial- habló Jungkook cerrando sus ojos
Jimin con un aparente disgusto comenzó a aplicar gotas de algunos tónicos en el rostro del pelinegro para después esparcirlo con sus dedos.
Era inevitable para Jimin no admirar y acariciar con delicadeza las mejillas de aquel chico tan engreído, aunque en un inicio hubiera querido aplastar con fuerza sus abultadas mejillas para hacerlo sufrir, ahora pasaba sus pulgares haciendo pequeños masajes en todo su rostro.
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𝑬𝒏 𝑳𝒐𝒔 𝑹𝒆𝒇𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒆𝒔 ☾ 𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏 ☾
FanfictionJeon Jungkook, el cantante más reconocido, tenía al mundo comiendo de su mano. Era todo un conquistador, solo le gustaba poner nerviosas a las personas con su presciencia, nadie se resistía a él, a excepción de un chiquillo que se la pasaba haciéndo...