•Capitulo 30•

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-Jungkook deja esa corbata en paz- Jimin se acercó al pelinegro quien torpemente intentaba realizar el nudo de la corbata

La tomó y deshizo el mal amarrado que tenía, comenzó a doblarla como era correcto

-Estoy un poco nervioso- habló en susurro el pelinegro

-Se nota, pero debes tranquilizarte y el que se supone debe estar nervioso soy yo- al finalizar el nudo acomodó la solapa del traje y le dejó un piquito en los labios

-Amor, quiero decirte que realmente agradezco mucho que hagas esto por mí-

-Es algo importante y realmente espero que algún día las cosas con tu familia puedan ser mejores- Jungkook sonrió y besó su mejilla

-Te ves hermoso por cierto-

-Ya me lo dijiste como veinte veces pero gracias de todos modos- Jimin miró el reloj en su muñeca -Mejor ya vámonos, no quiero iniciar esto con un retraso- tomó su celular y las llaves del auto del pelinegro

--Si, vamos- antes de salir se miró una vez más al espejo y decidió sacar la corbata, estaba seguro que a mitad de la cena terminaría por estorbarle

Jimin abrió la puerta y sonrió al ver a Jungkook botando la tela en el sillón antes de salir junto a él

El camino fue tranquilo, el anochecer se estaba haciendo presente, ambos conversaban y cantaban las canciones que se reproducían, la música se detuvo cuando Jungkook apagó el auto al estar frente a la casa de Seokjin

Sus manos estaban apretadas al rededor del volante, justo ahora quería encender el auto de nuevo y regresar a su hogar junto a Jimin pero la voz del pelirrojo lo regresó a la realidad

-Tranquilo, todo está bien- besó su mejilla y tomó la botella de vino que habían llevado para la cena

Jungkook bajó del auto y abrió la puerta del copiloto para que Jimin bajara, tomó su mano con fuerza y caminaron a la puerta blanca para después tocar el timbre

Namjoon abrió la puerta y sonrió al verlos -Chicos, llegan justo a tiempo, adelante-

Jimin entró y rápidamente pudo ver que el comedor estaba perfectamente ordenado se veía realmente como una cena de personas sofisticadas y claro que lo eran. Estando ahí mirando todo a su alrededor comenzó a sentirse fuera de lugar, esto sería más difícil de lo que pensó

-Hola Kook- Seokjin se acercó al pelinegro y le dió un abrazo que fue correspondido a medias

Era evidente que Jin no estaba muy conforme al ver la mano de su hermano unida a la del pelirrojo pero no lo demostró

-Bienvenidos, pueden llevar la botella a la mesa, en un momento vendrán mis padres- habló guiando a Jimin al sillón después de dejar la botella

Jungkook sentía que algo malo iba a pasar realmente no quería ser pesimista pero conocía de sobra a su familia, solo podía pedir porque no ocurriera un escándalo

-Hey- Jimin acarició la nuca del pelinegro -¿Estás bien?-

-Si- respondió intentando sonreír

Tras escuchar unos pasos provenientes de las escaleras se levantaron y ahí Jimin pudo ver a un hombre vistiendo un pulcro traje gris dando una imagen imponente y a su lado una mujer con un elegante vestido azul oscuro, ambos lucian como una pareja sacada de las revistas más prestigiosas, ambos con miradas serias, ahora sí realmente Jimin creía que esto era una mala idea y lo confirmo cuando ambos se acercaron y miraron de arriba a abajo al pelirrojo

-Mamá, papá- habló Jungkook acercándose -les presento a Jimin-

-Mucho gusto señores- el pelirrojo hizo una pequeña reverencia

𝑬𝒏 𝑳𝒐𝒔 𝑹𝒆𝒇𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒆𝒔  ☾ 𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏 ☾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora