•Capítulo 10•

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Era una noche fantástica para los miles de fanáticos que se encontraban disfrutando del concierto que Jungkook estaba brindando, entre canciones y miles de emociones, Jimin observaba todo desde la parte de atrás, esperando a los cambios de vestuario, sabía de sobra que no tenía necesidad de estar ahí, puesto que su turno de trabajo ya había pasado hace varias horas, solo no quería irse para quedar a cargo de todo lo que necesitara el pelinegro, aunque para que mentir, no podía permitir el hecho de que alguien más tocara al chico.

Después de más de dos horas el concierto dió fin, tras unas palabras de despedida, Jungkook se colocó en el elevador y bajó poco a poco escuchando los lamentos de sus fans.

Al bajar por completo, Jimin le extendió una botella de agua y una toalla.

-¿Y bien?, ¿Te gustó el show?- preguntó pasando la toalla por su cuello ligeramente húmedo por el sudor

Jimin tuvo que pasar saliva ante esa imágen- Para nada- respondió

-Si tu lo dices- al terminar de beber de su botella bajó por completo de la plataforma- vamos a casa-

-¿Vamos? Me suena a manada- respondió Jimin caminando detrás de él

-Así es, vamos- Jungkook tomó su mano y lo arrastró al backstage y sin darle importancia a las indicaciones de Jin llegaron al estacionamiento- sube- ordenó abriendo la puerta copiloto de aquel auto negro para que el pelirrojo subiera

-No voy a ir contigo si ni siquiera se a donde me llevas, además, no te has cambiado de ropa-

-Ya te lo dije, iremos a mi casa, quiero mostrarte algo- respondió sonriendo

-No- dijo Jimin cruzando los brazos-

-Vamos, no soy un asesino-

Jimin soltó un bufido y subió al auto- Si intentas algo estúpido te juro que te dejo sin descendientes Jeon- El pelinegro solo soltó una risa y cerró la puerta del auto para después rodearlo y subir poniendo en marcha el auto.

Para Jimin era bastante relajante ver por la ventana la ciudad a oscuras, el lujoso auto siendo tenuemente iluminado por luces LED dentro de este, le daban un ambiente acogedor, la música de Chase Atlantic sonaba en la radio, mentiría si dijera que estaba incómodo en esa situación, para nada lo estaba.

Además de disfrutar la vista podía ver el perfil del pelinegro concentrado en el camino, siguieron el trayecto hasta llegar al gran edificio situado la zona más exclusiva de la ciudad.

-¿Ahora vas a sacar una sierra y me vas a perseguir por todo el estacionamiento?- habló Jimin riendo mientras el pelinegro dejaba el auto en un parquimetro reservado

Jungkook solo le sonrió de vuelta para después bajarse del auto y abrir la puerta contraria.

-Ven- y tomándose la libertad de sujetar la mano del pelirrojo subieron al ascensor hacia el piso número 12

Jungkook sacó de su bolsillo una tarjeta/llave y abrió la puerta del lujoso apartamento.

-Bienvenido- habló encendiendo las luces del lugar- ¿Que te parece?-

-Debí imaginar que alguien como tú no se conformaría con menos-

-Es un poco cierto- respondió restándole importancia

-¿De que sirve este lugar tan grande si no se siente como un hogar de verdad y no tienes con quien compartirlo?- habló Jimin mirando al pelinegro

-No vivo solo- respondió riendo

-¿Ah no?- Jimin sintió un pequeño escalofrío recorrerlo

-No- Jungkook soltó un silbido hacia lo que parecía ser una recámara, los sonidos de unas pequeñas pisadas calmaron sus nervios y al ver de quién se trataba finalmente pudo respirar

𝑬𝒏 𝑳𝒐𝒔 𝑹𝒆𝒇𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒆𝒔  ☾ 𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏 ☾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora