•Capitulo 25•

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Dos meses, dos malditos meses en los que Seok Hoon insistía en obtener una cantidad más elevada de dinero por parte del pelinegro

Jungkook soltó su teléfono sobre el sofá bufando al ver por milésima vez ese número que tantas veces había llamado en el transcurso del día

Decidió dejarlo ahí y darle comida a su cachorro, eso sí era importante, cuando se disponía a mirar televisión un rato el timbre de llamadas sonó otra vez, fastidiado respondió

-¿No puedes dejar de joder solo por cinco minutos?-

-Uy que genio, es la primera vez en la semana que te llamo y así me contestas- se escuchó la voz de Jimin

-oh lo siento, no ví el número-

-Si se nota, pero bueno, mejor te llamo luego no quiero que me fulmines por llamada-

-No no no cuelgues- habló Jungkook riendo -¿Que sucede?-

-Solo quería preguntarte si podías venir a la empresa de Jang por un rato, estoy aburrido y ya terminé con las lecciones de hoy-

-uh mi novio se convertirá en todo un artista-

-Eso espero- Jimin suspiró

-Bien, llego en veinte minutos-

-Te espero-

Jungkook colgó la llamada y fue a vestirse no sin antes dejar suficiente agua y comida a Bam

Después de unos minutos conduciendo hacia la empresa Jungkook llegó e inmediatamente le abrieron la puerta puesto que sabían de sobra quien era

Se dirigió hacía dónde Jimin le había indicado y al abrir la puerta pudo verlo practicando frente al espejo, decidió cerrar un poco para no ser visto y así poder apreciar los movimientos del chico

Era impresionante la manera en la que Jimin bailaba, simplemente Jungkook se sentía afortunado de poder verlo convertirse en todo lo que siempre soñó.

Al recargarse en la puerta tiró unos bastones que estaban ahí llamando la atención del pelirrojo, quien volteó al escuchar el sonido y solo pudo ver al pelinegro intentando recogerlos y evitar que siguieran cayendo

-Hola- habló Jungkook nervioso acomodando los bastones

-¿Porque no me avisaste que ya estabas aquí?- tomó una toalla y la pasó por su frente

-Solo estaba admirandote- sonriendo se acercó a Jimin dejando un pequeño beso en su mejilla

-¿Tenías planeado algo para hoy?- preguntó Jimin tomando agua de un termo

-No, haremos lo que tú quieras-

-Bien, entonces vamos a mi casa- Jimin extendió su mano y Jungkook sonriendo la tomó

-Encantado-

Ambos salieron y subieron al auto del pelinegro directo hacia la casa de Jimin

-¿Que tal tu día Jiminnie?- preguntó Jungkook bajando un poco la música de la radio, al no obtener respuesta volteó al asiento del copiloto viendo que Jimin tenía su cabeza recargada en su propia mano y sus ojos estaban cerrados

Solo sonrió y decidió no molestarlo el resto del viaje

Al llegar Jungkook quitó el cinturón de Jimin y acarició suavemente su rostro para despertarlo, sin problema alguno Jungkook lo hubiera sacado el mismo del auto pero no sabía ni siquiera donde estaban las llaves así que optó por mejor despertarlo

-Lindo ya llegamos- Jimin abrió sus ojos lentamente y asintió bajando del auto, abrió la puerta de su casa y Jungkook entró detrás de el

-Creo que mamá y Jae no están- habló dejando la chaqueta negra en el perchero de la entrada

𝑬𝒏 𝑳𝒐𝒔 𝑹𝒆𝒇𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒆𝒔  ☾ 𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏 ☾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora