Jimin llegó a la empresa a su hora de costumbre, esta vez con menos ánimos de lo habitual, se sentía tan confundido y triste aunque también enojado por lo que había ocurrido con Jungkook.
No sabía cómo podría manejar la situación, ahora estar junto al pelinegro se haría más complicado e incómodo si no hacía algo para solucionarlo.
Se dirigió con su carpeta en mano al salón de maquillaje a preparar todo para una nueva sesión de fotos para una revista.
Al llegar y abrir la puerta se llevó la nada grata sorpresa de que ahí estaba el pelinegro, pero no estaba solo, un chico rubio que estaba a su lado en el sofá se reía de algo que dijo, y al ver a Jungkook reír junto a él, sintió un nudo en la garganta.
-Perdón por interrumpir- habló el pelirrojo de mala gana haciendo que sus risas se detuvieran
-Ah Mingyu, el es mi maquillista personal- dijo Jungkook a lo que el chico solo asintió- ¿Se te ofrece algo?- habló Jungkook mirando a Jimin.
-Si no te importa tengo trabajo que hacer- respondió Jimin
-¿Desde cuando los empleados te hablan así Jungkook?- habló el rubio mirando a Jimin de arriba a abajo
-A veces se toman libertades que no les corresponden pero honestamente no me interesa- Jungkook vio el rostro sorprendido de Jimin al escuchar eso
-En un rato debo ir a una sesión de fotos, ¿Puedes esperar en el jardín mientras me arreglo?- habló Jungkook acariciando la mano del rubio
-Está bien, pero me vas a dejar entrar a la sesión como recompensa- el chico se acercó y dejó un beso en la mejilla del pelinegro y salió del salón
-Date prisa, quiero terminar lo antes posible- habló Jungkook sentándose en la silla negra frente al tocador
-¿Para qué? ¿Para ir con ese mocoso oxigenado?- respondió Jimin cruzando los brazos
-Esos son mis asuntos personales, los cuales a ti no te incumben, así que por favor limitate a hacer tu trabajo-
Jimin no supo responder a aquellas frías palabras del pelinegro, y solo comenzó a preparar al chico, con una gran tensión en el ambiente, tanto que Jungkook ni siquiera se había dignado a cruzar miradas con el pelirrojo.
Jimin tardó un poco más de lo habitual en peinar al pelinegro, y es que quizá a partir de ahora solo tendría esos momentos para acariciar ese suave cabello que tanto le gustaba.
Cuando estaba poniendo el maquillaje sobre su rostro, Jungkook solo desviaba la mirada a otra parte o cerraba los ojos, cuando antes no perdía la oportunidad de coquetear con él mientras aprovechaba la cercanía.
-Listo- habló Jimin limpiando sus manos con restos de maquillaje
Jungkook solo se levantó y sin decir una sola palabra salió del lugar directo al set dónde aquel rubio estaba sentado al lado del fotógrafo esperando a que Jungkook llegara para dar inicio con la sesión.
Jimin observaba al chico soltar halagos al pelinegro y este solo sonreía ante eso.
No podía soportar esa escena más tiempo así que decidió salir del salón y simplemente caminar por la empresa.
Divagó tanto en sus pensamientos que no sabía ni siquiera cuánto tiempo llevaba caminando en círculos hasta que vió como Jungkook se acercaba junto a ese chico con sus brazos entrelazados mientras reían.
Jimin solo corrió al ascensor para alejarse de ellos lo antes posible.
Una vez más llegó al salón donde trabajaba, decidió descansar un rato puesto que aún no llegaba la hora de la salida, aunque podía pedirle permiso a Namjoon para irse no quería hacerlo, por alguna razón temía que si se iba y dejaba totalmente solos al pelinegro y al rubio algo podría pasar en su ausencia.
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𝑬𝒏 𝑳𝒐𝒔 𝑹𝒆𝒇𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒆𝒔 ☾ 𝑲𝒐𝒐𝒌𝒎𝒊𝒏 ☾
FanfictionJeon Jungkook, el cantante más reconocido, tenía al mundo comiendo de su mano. Era todo un conquistador, solo le gustaba poner nerviosas a las personas con su presciencia, nadie se resistía a él, a excepción de un chiquillo que se la pasaba haciéndo...