Cautivo

⁴

𝐃𝐄𝐒𝐂𝐔𝐁𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃𝐎 𝐀𝐋𝐆𝐔𝐍𝐀𝐒 𝐑𝐄𝐋𝐀𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒

La sola idea de que próximamente iba a llevar la marca tenebrosa en su brazo hacía que un escalofrío le recorriera el cuerpo, al tener esas ideas simplemente se repetía que el fin justificaba los medios. Pensó en Ron por unos segundos mientras estaba sentado en los sillones de la sala de estar, en si en algún momento su amistad fue real; tal vez en los primeros años cuando eran unos niños completamente inocentes que no buscaban nada más que comer dulces y jugar. Aquello lo reconfortaba, la idea de que tal vez si fue su amigo en algún momento y no todo fue fingido, lo mismo hacía con Hermione. Le era difícil procesar todo eso en dos semanas y media, es decir; sus primeros doce años habían sido una mentira y ahora que respiraba paz, resulta que también era una farsa. Toda su vida había sido eso y no estaba seguro de que esto también lo fuera.

—¿Por cuanto tiempo te quedarás? —preguntó Nagini que como siempre estaba haciéndole compañía; Harry la miró y le sonrió con un poco de tristeza en su rostro.

—Eso no depende mí —susurró para su amiga frente a él.

—¿Por qué?, Desde que estas aquí mi amo, no está tan gruñón, dudo mucho que deje que te vayas  —sintió sus mejillas arder por unos segundos, hasta recordó que solo estaba ahí por su horrocrux y de ser lo contrario estaría muerto.

—¿Tal vez está así por qué ahora las cosas marchan bien para él? —respondió con duda en su tono, Nagini sacó su lengua en réplica.

—Pues yo lo dudo —dijo— y a mí me gustaría que te quedaras.

— Seguro que sí —acarició su cabecita y está se acercó más para sentir su roce.

Tom que había estado cerca de la habitación durante la conversación que mantuvieron Harry y Nagini pensó por un momento que el hecho de que se uniera a sus filas haría que se quedara. Sin embargo sabía que una vez que cumpliera su cometido querría desecharlo, ya que no le serviría de nada más. Tal vez podría usarlo como regalo para Nagini por si increíble lealtad y ya que estaba reconociendo ciertas cosas; admitiría que la presencia del chico en su 'hogar' le resultaba amena y le daba más tiempo para ocuparse de sus propias cosas y no tener que lidiar con Nagini.

Ya no había estado sintiendo ese vacío en su pecho desde que Potter había llegado, asumió que era por que era la esperanza de por fin tomar procesión del mundo mágico se veía reflejada en él, también que verlo de cierta manera le agradaba y es que nadie negaba que Harry, a los ojos de todos era demasiado guapo.

Incluso para él, no lo negaría, no rechazaría la idea de que en efecto; Harry James Potter parecía un ángel y con él al lado ningún ser vivo lo negaría, bueno cabe recalcar que nadie vería con extrañés que una persona tan guapa como él tenga a su lado a alguien igual. Detuvo su caminata hacía el jardín en cuanto se percató de sus pensamientos, ¿En qué carajos pensaba?, ¿Tanto le hacía falta un nuevo amante?

El no tenía la culpa de sus banales pensamientos, no había tenido nada que ver sexualmente con nadie en los últimos dos años y es que simplemente le había aburrido estar con alguien que solo quisiera tener preferencia a la hora de dar las tareas a sus mortifagos. No era para tanto, según él por qué frustrado no estaba y se sentía de buen humor últimamente así que en realidad no necesitaba una relación tan momentánea como lo es un amante.