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𝐂𝐎𝐍𝐅𝐔𝐒𝐈𝐎𝐍


Se incorporó en la cama en cuanto escuchó un sonido fuera de la habitación, recordaba poco de como estaba ahí pero reconocía la cabaña. Draco lo había llevado allí pocas veces en sus aniversarios así que no estaba tan desorientado, bostezo y se dispuso a buscar su maleta donde esperaba encontrar sus pertenencias para aseo personal, sin embargo rebuscó en la habitación y no encontró nada más que unas prendas de ropa y unos cuantos calcetines.

—Cariño —llamó al rubio todavía buscando en la habitación—. ¿Draco?

Al escuchar que el azabache habló corrió de nuevo a la habitación, esperaba que estuviera confundido u desorientado pero era totalmente lo contrario y para su buena suerte Harry reconocía la cabaña de las últimas veces que habían ido allí.

—Harry —suspiró acercándose al pelinegro y siendo recibido por un abrazo imprevisto de él— ¿Dormiste bien?

—Sí, ahora quiero saber en dónde está mi maleta.

—Sí, el envío de las maleta se retrasó cielo —anunció—. Puedes ponerte un hechizo refrescante en lo que llegan.

—¿Y lo dices tan tranquilo? —cuestionó extrañado mirando con el entrecejo fruncido al rubio—. Normalmente te vuelves loco cuando algo así sucede.

Vio como el rubio se enderezaba y tomaba una postura más elegante.

—Bueno, nada te dice si estoy esperando a que aparezcan con el equipaje para insultarlos en la cara —respondió como si fuera lo más normal del mundo y Harry rió.

—No creo que ese comportamiento sea digno de un Malfoy —bromeó.

—Me meo en el comportamiento de un Malfoy.

Sonrió más entre divertido y confundido pues ese “comportamiento” realmente era recurrente. Pocas veces su novio se jactaba de las costumbres de su familia, sin embargo las veces que lo hacía estaba borracho y no tan cuerdo porque estando sobrio decir eso era el inicio de una larga discusión y terminar rendido.

—¿Estás borracho? —cuestionó y el rubio lo miró con curiosidad.

—No, solo estoy demasiado aburrido de la cotidianidad de mi vida —respondió con voz filosófica.

—¿Aburrido de la cotidianidad de tu vida? —repitió la respuesta aún más confundido— ¿Seguro que no estás borracho? O, ¿Drogado?

—No —sonrió— ¿Tienes hambre?

—Supongo —dijo aún en entado de confusión y mientras se ponía un hechizo refrescante como su novio había sugerido pensó a toda velocidad.

No recordaba por qué estaban en la cabaña, tampoco era su aniversario, ni cumpleaños de ninguno de los dos y tampoco recuerda como habían llegado pues el día anterior había estado en Hogwarts y no estaba con Draco.

—Draco —llamó mientras se sentaba en la mesa del comedor— ¿Cómo llegamos aquí?

—Ah, lo decidimos al último minuto. Es fin de semana y como no teníamos mucho que hacer en el castillo, te sugerí venir —respondió dándole la espalda mientras sacaba algo del horno—. Incluso te dormiste en el camino.

CautivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora