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𝐃𝐀𝐍𝐃𝐎𝐒𝐄 𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐀

—No sabía que eras mi Horrocrux —respondió acercándose a Harry, tratando de que no saliera de sus límites— Dumbledore me mintió, al igual que lo hizo contigo, con todos la expresión de Harry se relajó, entonces Tom entendió que lo dicho era aceptado por el chico – ahora ya no me hagas más preguntas.
       
—Te dije que me uniría, lo hice, tengo tu marca  —dijo señalando tu antebrazo —puedes confiar en mí ahora.

—No, no lo haré —el chillido de Harry no tardó en oirse, el ¿por qué? resonó por todo el salón de duelos y Tom perdió la postura— ¡Por qué después no me podré controlar!
       
Harry se sobresaltó en su lugar y con sus ojos cerrados asintió, su corazón se había parado por un momento y por instinto dió un paso hacia atrás. Tom no lo pasó por desapercibido, ver la expresión de miedo en el rostro de Harry le causó una sensación que jamás había sentido en su vida. Era una combinación de tristeza y desperacion por arreglar las cosas o retroceder y no decir lo que había dicho.

Esas esmeraldas estaban inundadas en las lágrimas que sus ojos derramaban y el no podía hacer nada, el había iniciado el diluvio, hecho que la marea creciera y ellas se ahogaran.

—Esta bien, lo entiendo —susurro el ojiverde y Tom dándole la espalda sintió su mundo tambalearse.

Ron estaba sentado a la orilla del lago negro, observando como de vez en cuando las criaturas que lo habitaban salían a tomar aire. Más de tres siempre salían, en grupo, recordandole en vacío que había en el suyo; extrañaba tanto a Harry. Lo necesitaba ahí para hacer sus deberes o hablar de Quidichtt.

—¿Estás bien? —susurró el slytherin detrás de él, giró su cabeza para encontrarse con Blaise al lado del árbol donde siempre solia descansar con Harry. .

—Sí, estoy tranquilo —respondió volviendo su vista hacia el lago que se apreciaba frente a él.

Blaise tomo asiento a su lado poniendo ambas manos en sus rodillas, mirando la misma imagen pero encontrando más interesante la que tenía a su izquierda donde aquellos ojos azules eran iluminados por la luz del sol haciendo que se vieran más claros.

—Solía venir con Harry, —empezó a decir el pelirojo con la mirada perdida en el lago y tono nostálgico— el siempre decía que el lago lo calmaba pero dejó de venir cuando terminó con Malfoy.

Le enfermaba la rivalidad que se había entre su mejor amigo y el chico que le robo el corazón; cuando Harry empezó a salir con Draco ésta había cesado y le posibilidad de que se convirtieran en amigos aumentaba favorablemente pero al ser él quien encontró al rubio junto a Pansy en la torre, las cosas solo pasaron a complicarse haciendo que la rivalidad se viera convertida en resentimiento y agresividad por parte del weasley. Los encuentros de los grupos de amigos provinietes de Slytherin y Gryffindor solo hacían que el ambiente se tensara y las miradas que Draco le dirigía a Harry hacían explotar a Ron y llorar a Pansy, aquella situación no parecía que fuera olvidada por ninguno de los leones, pues Hermione que antes se había ofrecido a ayudar a todos a estudiar se había retractado y alejado; haciendo que Theo buscara otro grupo de estudio.

Ahora estaban en una situación tan delicada y ambos grupos debía volver a juntarse, Pansy trataba de guiar a Hermione y a él le tocaba Ron. La idea lo puso nervioso e inseguro pues dudaba poder hacer cambiar al león de opinión.

—Sé que te sientes enojado y tienes razón de estarlo, —su tono era suave y con dulzura, algo que hizo que Ron lo enfocara con sus grandes ojos oceanicos; manteniendo la postura y evitando derretirse, prosiguió— él, él es prácticamente tu hermano y siempre buscarás protegerlo pero, ¿Piensas hacerlo solo?

CautivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora