Cautivo

¹¹

𝐈𝐍𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐒

—¿Qué? —preguntó incrédulo y Tom sonrió— ¿Eso siquiera se puede?

Tom ladeó su cabeza y como antes volvió a sonreír. Ahora se había propuesto que intentaría hacerlo más pues tenía alguien a quien dedicársela.

Asintió.

—Cuando la inventé supuse que si quería tener infiltrados, estos deberían ocultarla por un tiempo específico, entonces encontré la forma de retirarla por unos minutos ...no podía arriesgarme a que se sintieran, libres —dijo mirando el brazo marcado de Harry—  y bueno por alguna razón de ahí surgió la ligera idea de crear otra forma que la marca desapareciera sin dejar cicatriz.

—Vaya que piensas en todo.

—Bueno, mentiría si dijera que no.

—Y a todo ésto —carraspeó— ¿Por qué quieres quitármela?

—Sé que accediste a unirte a mi por que querías saber la verdad de las cosas y bueno, esta marca representa todo lo que te quité en un pasado.

Harry sonrió en dirección al hombre que estaba frente a él; y sí, Voldemort lo había lastimado más que nadie en toda su vida pero el amaba a quien estaba detrás de él. Después de todo, también estaba herido.

—Lo lamento, —lo escuchó decir— por todo lo que te hice pasar.

—Sé que lo haces y también conozco la historia por completo, así que no puedo hacerte el cargar el peso de sus muertes a ti nada más.

—Pero fuí un gran aportador a todo tu sufrimiento...

—Tom, toda mi vida me han dicho que hacer —comenzó a relatar— decidieron que debo ser auror, que tengo que derrotarte y hasta con quién debo casarme y decidir perdonarte, esa fue mi elección, así que no hablemos más del tema.

—Eres demasiado bueno —susuró.

—Y tu eres un romántico reprimido. 

—Eso fue muy convincente, —bromeó y miró de nuevo el brazo, ya listo para retirar la marca— tal vez te duela.

—¿El que? —preguntó con mejillas rosas y acomodando sus lentes, después entendió que trataba de su marca— oh..la marca, sí.

Soltó una risa al notar el ligero doble sentido de su comentario, sin embargo, no era su intención que Harry lo tomara de esa forma.

—Harry Potter, ¿Podrías dejar de desconcentrarme?

—¡Yo no estoy haciendo nada! —dijo ruborizado— sólo, sacala.

—¿El qué? —bromeó y Harry no pudo evitar carcajearse.

—¡Tom!

—Tu empezaste, cariño —repondió ante el reclamó de su chico y Harry lo miró con desaprobación— bueno, ya.

—¿Que nivel de dolor sería?

—Ah, bueno, jamás lo eh hecho con nadie así que no tengo la mínima idea.

—Que reconfortante.

Tom acarició la palma de su mano, recorriendo cda parte de ella hasta llegar al dedo anular donde concentró más su toque. Harry no pudo no evitar imaginarse un anillo en él y sobre todo a un Tom proponiendoselo.

Ah, que dulce imaginación.

—No te pregunté si querías que lo hiciera, lo siento —se disculpó mirando su dedo— ¿Quieres que retire la marca?