CAPITULO 13 (ES LA NOCHE 2)

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Hay que comer rico, sin culpa...

Bailar, sin vergüenza... Reírse del que dirán.

Hay que juntarnos con gente que sepa disfrutar la vida.

Capítulo 13

Es la noche 2

Mis ojos se humedecen cuando escucho los sollozos de mi madre, todos vinieron por mi cumpleaños. Elizabeth trae en sus manos un pastel y no debo ser adivina para saber que lo hizo ella.

-Me muero de ganas de probarlo- ella me abraza y me alegro que no siga molesta conmigo por no dejarle mi habitación -¿Por qué no me avisaron que venían?- pregunto.

-Te queríamos dar una sorpresa cielo- dice mi padre y ladea la cabeza viendo el gran ramo en mi escritorio, muerdo mis labios esperando que diga algo pero no lo hace -¿Y las chicas?- preguntan.

-Están en clases...- me río- me alegro tanto que estén aquí, aun no lo puedo creer.

-Nosotros igual, haces mucha falta en casa- dice mi madre con una nota de tristeza- Pero bueno, conducimos cuatro horas para verte, vayamos a un restaurante bonito para celebrar.

Asiento emocionada, agarro mis cosas y vamos en el auto de mi padre a un restaurante italiano, el favorito de mamá y Elizabeth. Les cuento todo lo que ha pasado estos dos meses de universidad, les hablo de mis nuevos amigos y también les comento que las chicas harán algo hoy -¿Quieren venir?- mama y papá se miran y niegan pero Elizabeth asiente emocionada.

-Princesa irán gente universitaria no es lugar para un niña- le dice mi padre.

-Pero ya tengo quince, sé lo que está bien y lo que está mal, puedo cuidarme sola- dice molesta arreglándose las gafas, todos nos reímos.

-No creo que sea buena idea...- apoya mamá.

Elizabeth rueda los ojos y voltea a mirarme, bajo la mirara porque se lo que va hacer venir -¿Verdad que puedo ir hermanita favorita?- pregunta.

-Soy tu única hermana- rueda los ojos.

-¿Ayúdame quieres?- suspiro, miro a mis padres y les digo.

-Puede estar con nosotras, conocen a Katherine saben que no la dejará sola. Me aseguraré que no beba ni haga nada malo- miro de reojo a Elizabeth que asiente a cada cosa que digo- Y puedo decirle a Rochell que va a dormir conmigo. Mañana es sábado, podemos salir todos con las chicas ¿Qué dicen?- mis padres se miran entre sí y terminan suspirando.

-De acuerdo, solo si la dejan quedarse contigo.

-Eso es pan comido.

Convencer a Rochell fue más difícil de lo que pensé pero luego de que mi hermana casi le llorara acepto, pero solo hoy. Ahorita estoy en mi cama arreglándome las uñas. Las chicas aun no llegan y sinceramente no sé qué tienen planeado, mi hermana está en el closet intentando buscar ropa bonita para ponerse.

-¿Crees que este me quede bien?- tiene uno de mis vestidos en sus manos, uno rosado pegado.

-Supongo que sí, casi somos la misma talla- Lo cierto es que la genética de mi familia es muy pareciera, glúteo grandes, abdomen plano, senos pequeños y piernas finas.

Elizabeth se parece a mí cuando tenía su edad solo que su cabello es más claro y ondulado a diferencia del mío, nuestros ojos azules son gracias a nuestra madre y mi cabello azabache de mi padre.

Cuando entre en la pubertad mis glúteos crecieron, mis pechos no tanto y comiera lo que comiera mi abdomen siempre estaba bien, claro había veces que me veía más gorda de lo normal pero no era para armar drama. Y bueno gracias a las tardes de ejercicio y baile que he tenido este mes mi cuerpo está agarrando más figura.

FEVER (+18) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora