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Un día solo me gustaría escucharte decir "me gustas"... ¿Qué te detiene?
Estoy aquí pensando en todas las cosas que hice mal ¿Por qué me gustas? Estoy rompiéndolo.
«-¿Acaso te estás enamorando? Porque creo que sí lo estás hacie...
⚠️- leve caso de TCA, mención de agresión física -⚠️
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Yuzuha
«Yo te protegeré » fue lo que mencionó mamá.
Era un tanto pequeña para entender lo que quiso decir, en ese entonces solo me preocupaba que ella se recupera de su enfermedad y volviera con nosotros a casa.
«Todo estará bien, no te preocupes por lo que pase en casa mami» le pedí que se recuperará pronto, volví a casa para rezar por ella pero nada pudo revertir su situación y ella falleció pocos días después.
Los abusos de Taiju comenzaron después de su ida, todos los días, y debido a ellos me ví obligada a practicar como defenderme pero aún no era suficiente, nunca era suficiente, contra él nada era suficiente. Él es un mounstro o yo soy muy débil, también está la opción de ser ciertas ambas cosas.
Hago esto por mi madre.
Recibo los castigos de Hakkai porque le prometí a mi amada madre proteger a la familia y eso llevo haciendo por años, para que mi hermano pueda tener una vida sin preocupaciones. Fue ahí cuando entendí que ella siempre me protegería… desde allí arriba.
En los días que me sentía sola mamá aparecía en mis sueños y me aseguraba que algún día dejaría de estarlo, me abrazaba y cantaba un par de mis canciones favoritas para que luego me toque despertar por los gritos de Taiju. Siempre soñaba con mamá la noche antes de que Taiju volviera a casa y eso era horrendo.
«Cuando menos te lo esperes, y cuando más lo necesites, aparecerá la luz detrás del túnel»
—¡Saben lo que les espera si van tarde a la escuela!— desperté abruptamente al escucharlo gritar, me sentí mareada por unos instantes dónde quise comenzar a movilizar mi cuerpo pero simplemente no pude.
Forcé mi cuerpo a moverse hacia el baño, entrar ahí siempre me despertaba completamente debido a que siempre se mantenía frío ¿Lugar mágico? Sería raro llamarlo de esa forma.
—Buenos días~ — murmuré tomando asiento a un lado de Hakkai, terminando de despertarme cuando ví a los perros rastreros de Taiju también desayunado con nosotros —. Hola. — me mordí la lengua para evitar repudiar su presencia.
—Señorita Yuzuha, buenos días— saludó Koko relajado, Inupi por el contrario solo se dignó a asentir levemente.
Cada que Taiju volvía a casa se me removía la tarea de hacer los quehaceres ya que él solventaba a personas para ello, por lo general era alguna que otra novia de los miembros de su pandilla. Según él decía que era un “premio” librarme de los quehaceres cuando hacía bien mis encargos y al menos se preocupaba porque nada me estorbara a la hora de estudiar.
A veces me quemaba decirlo, mi hermano mayor suele ser un buen tipo y precisamente por ello era que nunca terminaba de odiarlo por más bastardo que fuera.
