𝑩𝒓𝒆𝒂𝒌 𝑰𝒕 𝑶𝒇𝒇 | ʸᵘᶻᵘʰᵃ ˢʰⁱᵇᵃ

=𝟶𝟾=

—Y esa fue mi heróica historia de cómo le salve el culo a Takemicchi pero terminé casi perdiendo el mío— boztece, el platinado a mi lado soltó una risa nasal.

—Bonita historia, deberías contársela a tus nietos — burló Mistuya —. Ahora dime algo que me sea útil.

—Que grosero— bufé —… Cuando lleguemos a su territorio es preferible hablar con Hajime Kokonoi, Inui Seishu es una planta inaccesible.

—Taka-chan, no creo que sea buena idea reunirse con Taiju, nada de lo que digas tendrá buen resultado en él. Después de todo es un pedazo de mierda — Habló Hakkai caminado detrás nuestro.

   Venía comiéndome los chocolates de Kuro mientras analizaba la reacción de Takashi, parecía con ganas de patear al peliazul que no paraba de poner frenos a la situación desde que comenzamos a caminar en conjunto.

—¿Podrías parar? Siempre tratas de hacer todo por tu cuenta — regañó en tono calmado y me robó un chocolate —. Por cierto, Natsuo… ¿por qué te traes a esos dos? Se supone que debes proteger a Takemicchi no tirarlo a las llamas.

   Por alguna razón me imaginé a una bruja sacrificando a un bebé al fuego, como en esa película satánica que ví anoche.

—¿Qué? Yo estaba ahí cuando sucedió — remarcó Hanagaki apuntándose a sí mismo.

—Los estoy vigilando, son dos idotas ya ves — habló Chifuyu.

—¡¡Oye a quién llamas idiota, no olvides tu plan de mierda!!— reclamó el rubio más bajo.

—¿No es este un buen resultado, sin embargo?— sonrió el de ojos verdes.

—Resultados de mierda y después están los nuestros— bufé encendiendo un cigarro — ¡No puedo creer que Kurō-san no haya querido venir conmigo ¿siquiera tiene idea de lo asustado que estoy?! Por favor, Mitsuya, protegerme del asqueroso ogro al que me quieres hacer ver.

   Una piedra impacto contra mi nuca, con enojo miré sobre mi hombro para encontrarme a los dos rubios mirando distraídamente por la calle y silbando.

—¿Qué recibo a cambio?— Takashi alzó una de sus medias cejas.

   Me lo pensé.

   Hasta que una chica cuyo nombre significa “pomelo” se me vino a la cabeza, recordando las pequeñas conversaciones con Yuzuha pude darme cuenta lo cercanos que ella y Mitsuya son, aunque dudo que sea más cercana de lo que Hakkai lo es al platinado.

   Miré disimuladamente a Hakkai, tenía a los enanos rubios revoloteando a su alrededor con tal de sacarle una sonrisa o simplemente lo hacían por ser un par de idiotas.

—Algo que seguro no sabías— mencioné sacando un bolígrafo de uno de mis cientos de bolsillos y anotando mi pequeña noticia en una de las tantas envolturas de dulces que tenía.