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Un día solo me gustaría escucharte decir "me gustas"... ¿Qué te detiene?
Estoy aquí pensando en todas las cosas que hice mal ¿Por qué me gustas? Estoy rompiéndolo.
«-¿Acaso te estás enamorando? Porque creo que sí lo estás hacie...
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—¿Qué tanto miras, Takemicchi?
—¡¿Chifuyu, estás bien?!— exclamó el más bajo al ver su compañero al fin hacer su arribo a la pelea.
—Kisaki y Hanma se pusieron en mi contra y me atacaron, Mitsuya me salvó cuando llegó — contó con una leve sonrisa y luego pateó al peliblanco sentado sobre el suelo —¡A diferencia de este imbécil que me dejó atado allá arriba y vino sin más!
—¡Oye, a mí también me atacaron, idiota!— bufó Natsuo a duras penas. Sentado como perro guardián a un lado de la banca donde reposaba una inconsciente Yuzuha.
—¡Te electrocutaron, pensé que habías muerto!— recordó y reclamó Chifuyu — ¡Y luego te paraste como si fueras un maldito zombie y te fuiste!
—¡Años de entrenamiento militar, ¿me tomas por debilucho acaso?!
—¡Un momento, no peleen!— interrumpió Hanagaki entre medio de aquellos que discutían ajenos a la pelea que tenían frente a ellos —¿Por qué Mitsuya-kun está aquí?
—Yo lo llamé antes de entrar, nunca confíe en Kisaki y mucho menos Hanma, me dieron un maldito picanaso después de todo, y se llevaron mi teléfono, seguro con eso se contactaron con Yuzuha para hacerle venir — alega Natsu mirando por un momento el gran esfuerzo que estaba poniendo Mitsuya en su enfrentamiento.
—De hecho yo también le avisé— confiesa Matsuno.
—¡Idiotas, acaban de romper el acuerdo de paz!— advierte el capitán suplente.
—Nosotros no tenemos nada que ver con el acuerdo de paz, nuestro objetivo era mantener a los Black Dragons lejos de Tōman ¿Lo olvidaste?— recalca Chifuyu con tranquilidad.
—Sí, pero y Natsuo-kun-
—El acuerdo tampoco me concierne, solo fui una víctima del acuerdo por lo que si me opongo sería entendible para los demás, pero quién hizo ese acuerdo fue Mitsuya y supongo que para los demás será entendible que rompa su propio acuerdo— suspiró el acusado.
—¡¡TAKA-CHAN!!— el trío levantó la mirada ante el grito de alerta que el peliazul había dado.
Vieron como Takashi se reposaba sobre una de sus rodillas.
—¿Qué pasa, Mitsuya? Apenas estoy usando el setenta porciento de mi poder contigo, hasta Ishikawa ha aguantado hasta el ochenta y cinco— burló en mayor de los Shiba.
—No hables como si tuvieras ventaja— acomodó su bota y se puso de pie, sonriendo engreído apuntó directo a sus pies —. Una correa de mi bota se soltó, eso es todo.
Con emoción se preparó para continuar con la pelea, a Mitsuya nunca se lo había visto tan sonriente durante una pelea como ahora que estaba peleando para proteger a sus queridos amigos de casi toda la vida. El problema y dolor de cabeza en este momento para Natsuo y los demás era Hakkai que no dejaba de gritar como colegiala asustada.
