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—Migiashi-kun… ¿Se encuentra bien?— mencionó una voz que no logré reconocer

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—Migiashi-kun… ¿Se encuentra bien?— mencionó una voz que no logré reconocer.

—Estoy bien, estoy bien… ¿Qué clase de resaca es ésta?— declaré parpadeando varias veces.

—¡Cabeza de pene, no puedo creer que hayas despertado!— escuché hablar a Keigo, miré a mi derecha para encontrar al pelinegro fumando en la ventana.

—Bin, ¿qué carajo me pasó?— mencioné intentando sentarme, sentí náuseas una vez lo logré — Dime que Kurō no sabe lo que sea que haya hecho.

—¿Qué sabes de los Black Dragons?— me ignoró y me entregó una botella de agua qué bebí de inmediato.

—Muchas cosas — jadee secando los restos de agua que habían quedado sobre la comisura de mis labios.

—¿Sabías cuál es su territorio?— volvió a preguntar, asentí — Entonces, ¿qué mierda hacías allí?

—Hakkai me invitó a su casa, solo que me dí cuenta demasiado tarde que estaba en la boca del lobo— me encongí de hombros ignorando su amenaza—¿Dónde estoy?

—En mi casa menso — apaga el cigarro contra el marco de la ventana y lo lanza al pequeño tacho en una esquina de la habitación —, Chifuyu dijo que vayas a la casa de Hanagaki Takemichi una vez despiertes.

—Hanagaki… ¡Hanagaki! — me puse de pie y tome prestada una de sus chaquetas —¡Keigo, envíame la dirección!

   Él me la envía por mensaje en lo que yo bajo o más bien rodaba por las escaleras.

—Hola Binnie, nos vemos Binnie — exclamé mientras me cruzaba con Raiden en la sala y aprovechaba para robarle de lo que sea que estuviera comiendo —¡Tus onigiris son buenísimos!

—¡Es peligroso para tí moverte así!— ignoré la advertencia del hermano mayor de Keigo y simplemente comencé a correr una vez salí a la calle.

   Ahora recordaba todo, ¿de verdad me dieron una paliza?«Siempre te dan una paliza porque eres idiota»

   Primera vez que me toca cumplir con mi trabajo de guardaespaldas con Hanagaki presente y nos apalean a ambos, Haru-san me enviará a Saturno de la patada que me estoy ganando.

   Me pregunto si es normal que este corriendo después de haber despertado, mi cuerpo se movió por si solo, como cuando Kuro fue apuñalada. Sinceramente no recuerdo cómo fue que terminé reaccionando primero que todos al momento de llamar una ambulancia y darle indicaciones a los demás de dispersarse cuando llegó la policía, supongo que los años de entrenamiento con Nekkon habían dado sus dulces frutos.

   Aún solía desvelarme por las imágenes que me había dejado ese horrendo día, todas se repetían y cada una más dolorosa que la otra, la única tarea que tan en serio me había tomando a lo largo de mi corta vida casi se me va de las manos.

𝑩𝒓𝒆𝒂𝒌 𝑰𝒕 𝑶𝒇𝒇 | ʸᵘᶻᵘʰᵃ ˢʰⁱᵇᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora