Capítulo 8

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DELL

Tecleé las últimas palabras antes de salir del departamento con la llaves de uno de mis autos. Normalmente Zhenya nunca me diría que fuera de noche a su casa, por eso siempre era yo el que iba a su casa con plan de seducción.

Salí del ascensor y mientras caminaba tomé el celular y le textee.

¿Qué está pasando, nena?
—Dell.

Ya en el auto mi celular vibró haciéndome consciente de la repuesta.

Es David, encontró a Misy y la golpeó. Ella está bien, pero creo que deberías de hablar con Adam.
—Zhenya.

Pare en seco al ver el mensaje y respondí rápidamente.

Haber nena para entendernos, ¿De cual David me hablas?
—Dell.

Maldita sea. Maldita sea. Espero y no sea ese David...

Mi espalda se tensó, tenía miedo de recibir el próximo mensaje, y cuando lo hice mi sangre empezó a hervir.

Harisson.
—Zhenya.

¡Genial, el muy puto se ha ganado un viaje directo al infierno!

Y sabía de alguien que se alegraría de dárselo.

***

Estacione el auto justo en la cera, el tiempo suficiente para que Adam y Jeff subieran al auto.

—¿Jeff tienes la dirección? —preguntó Adam.

—Angelo me la acaba de mandar.

La confusión se apoderó de mí.

—¿Angelo? —miré por el retrovisor mientras Jeff ponía la dirección en el GPS.

—Es un contacto que tenemos. —no dijo nada más, y yo no pregunté.

Miré de reojo a Adam quien estaba sentado en el asiento de copiloto, llevaba un bate en mano, y tenía una expresión seria.

—Adam, tienes que calmarte.

—Le prometí que cuando volviera lo iba a matar. Esa vez que la golpeó, se lo advertí y le pedí que se fuera de una manera muy amable. —bufé.

—Si con amable te refieres a que lo votarán del trabajo, golpearlo y ponerle una orden de alejamiento, ha pues si, fue muy amable. —me reí entre dientes.

—Esta vez no seré amable.

***

Cuando llegamos a la dirección que nos habían dado, Adam fue específico y pidió que nadie bajara del auto, a lo que Jeff y yo solo asentimos, el tipo tenía una de duda que saldar y no sería yo el que se interpusiera en su camino, al parecer Jeff pensaba lo mismo.

Adam fue muy rápido, solo le llevó 10 minutos hacer lo que tenía que hacer, así que cuando subió al auto, con sangre en sus manos y el bate partido a la mitad, ni Jeff ni yo preguntamos. El solo dijo.

—Esta vivo.

Y eso era suficiente para mí.

Pidió que nos llevará a la casa de Zhenya, por lo que tuvimos que hacer una parada en casa de Jeff, para dejarlo y para que Adam se bañara y se cambiara la ropa. Cuando llegamos a casa de Zhenya ella nos abrió la puerta y le indicó a Adam donde tenía que ir. Él no perdió el tiempo.

Abrace a Zhenya y besé su pelo.

—¿Cómo está? —pregunte refiriéndome a Misy.

—Ella estará bien.

—A veces creo que leas mujeres que nos rodean son algo ciegas.

—Hey, ¿porqué dices eso? —golpeó mi pecho.

—¿En serio Misy no se da cuenta que Adam esta perdidamente enamorado de ella?

Zhenya suspiró, y se dio la vuelta quedado de espaldas a mi, apoyando su cabeza en mi pecho. Mi chica cada vez estaba siendo más abierta con sus muestras de amor.

—Tiene miedo y no podemos culparla, pero tengo fe en Adam, y él le hará ver que puede confiar en él.

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