Capitulo Quince.

763 88 4
                                    

Capítulo Quince: Dime qué relación tenías con Frederik O'Donnell.

(🍎🍎🍎)

Debía pretender qué era feliz como cualquier día soleado, debía vestirme como la Silver de hace un año lo hubiera hecho; un vestido colorido, unas lindas sandalias, una mochila linda y maquillaje intacto. Pero la Silver de ahora solo quería lo primero que la haga pasar desapercibida, pero haciendo eso solo sobresaltaría más.

Apreté mis mejillas para tener algo de color, comencé a analizar sobre salir a correr en la tarde para broncearme un poco. Me maquille ocultando las bolsas abajo de mis ojos como últimamente he estado haciendo mucho, pero hoy en especial sobresalían más, ya que después de llorar con Zaph regrese a casa fingiendo qué todo estaba bien y llore hasta dormir.

Mire mi armario, vestidos de muchos colores, tome el qué solía ser mi favorito, uno color carmesí sin estampados, dejaban ver mis hombros y no tenía escote, pero eso hacia verme bien. Unas sandalias blancas con una ligera plataforma y mi mochila blanca.

Me mire al espejo antes de salir de mi habitación.

Así solía vestirme casi siempre antes del verano pasado, lo vestidos eran mis prendas favoritas, los suéteres de Cole también, mi maquillaje intacto y mi sonrisa era algo que nunca faltaba. Creo que ahora ya entiendo porque todo mundo me llamaba La chica perfecta Birdwhistle.

Kol estaba haciendo lagartijas cuando pase por su habitación.

— Hey. —me saludo.

— No hagas demasiadas.

Bajé las escaleras, mi madre bebía café mientras leía algo en su tableta, mi padre supuse que ya había ido a su trabajo como jefe en constructora.

— Qué hermosa, mi niña. —sonríe mi madre bajando su tableta. — apuesto que este año alguien pagará más por ti.

Rodé los ojos. Pero me hizo recordar que hoy había otra práctica y prueba de vestuario. El festival de las manzanas rojas iniciaba el sábado y la subasta se hacia ese día.

Hoy es miércoles y solo tenemos 3 días.

— Hoy me iré caminando, es un hermoso día para caminar. —le sonreí a mi madre.

Como me duele sonreír.

— Tienes razón. —miro por la ventana. — yo le aviso a Finnick, ve con cuidado.

— Si mamá, te amo.

Suspire al salir de mi casa, saque una chaqueta de cuero color café de mi mochila y me la puse.

Esperaba que la caminata me relajada un poco, pero solo me hizo pensar en esa noche.

"— ¿Qué pasa? —mire a Cole quien caminaba cojeando.

— En el último pase caí mal a la hora de brincar, y creo que me lastime el tobillo —se queja.

— ¿Porque no le dijiste al entrenador?

— Fue mi último juego, quise dar todo de mí.

— ¿Quieres que conduzca? Para que no te fuerces —lo ayude un poco.

— A decir verdad, si, será lo mejor.

Recibimos nuestro pedido y Cole me entrego las llaves de su auto, conduje hasta el mirador de Green Valley y aparqué.

En mi mente pasó Frederik actuado como un loco hoy, diciendo que soy suya, entrando a mi habitación en la noche, siguiéndome después de clases, siendo una sombra, una aterradora sombra.

Pero eso hace cuestionarme cual fue mi error.

Fácil.

El ser amable. El querer ser jodidamente buena con toda persona que conozca, el hablar con alguien como quisiera que hablaran conmigo, el preguntarle cómo está, él escucharlo día a día cuando me contaba que su padre fue un desgraciado, que su madre es una controladora y que... quería matarla. Creo que eso debió ser un foco rojo, pero estaba tan absorta en mis problemas qué simplemente lo ignoré, pero ahora me doy cuenta. Debí haberlo visto venir.

— Pero no pongas esa cara, amor. —toca mi mejilla Cole. Regreso a la realidad. — solo me iré 5 días, en cuanto regrese haremos lo que planeamos.

Comprometernos.

Ese había sido nuestro plan, cuando el se fuera la universidad íbamos a comprometernos, esperaríamos qué el terminará la universidad para después casarnos.

Estaba por besarlo cuando escuché algo.

— ¿Que fue eso?

— El aire lo más seguro, ven aquí —me atrajo hacia él para besarlo.

En medio del beso escuché el mismo ruido.

— No. Hay algo fuera —me separé de él. — Creo que hay algo afuera"

El sonido de un claxon hizo que frenara de golpe, estaba cruzando una avenida sin siquiera mirar a ambos lados, casi me atropella un carro.

Me disculpo de la mujer y camino rápido hacia el otro lado.

El sonido de mi teléfono me hizo detenerme, lo saque para ver de quien se tratase. Pero era un numero que no tenía registrado, pero había algo que podía reconocer, era un numero europeo.

No podría ser el... él dijo que-

Respondí.

— ¿Cole? —dije con respiración agitada.

— Por desgracia solo soy yo. —Altair.

¿Por qué ese chico tendría un numero de otro país? Ignore esa pregunta que inundaba mi cabeza.

— ¿Qué quieres y como conseguiste mi número?

— Me besas y luego me ignoras, eso hiciste con... ¿Cómo se llamaba? ¿Jasper Hall? —cerré los ojos. — existe una palabra para eso... ghostear.

— Deja de indagar sobre mi vida, Altair. Estas actuando como tu hermano. —dije molesta. Colgué el teléfono.

No, estaba actuando como Frederik y eso me asustaba.

Justo frente a mi se detuvo un auto blanco, con Altair en el bajando su móvil.

— Es que yo no indago, yo solo escucho. —me dijo. — Por cierto, que hermosa te ves hoy, parece que... resaltas.

— Gracias. —continúe caminando.

¿Qué hacia aquí? ¿Cómo sabia donde pasaba?

El vivir atormentado varios meses por Frederik me hizo desconfiar de todo el mundo y vivir con miedo constantemente.

— ¿Te llevo? —avanzo un poco más con su auto aun así sin bajarse.

— No, quiero caminar.

— Tienes razón. Es un hermoso día para caminar, tomar el sol y broncearnos —freno rápido, bajo de su auto dejándolo ahí.

— Quiero caminar sola.

El solamente me miro confundida.

— Por favor, déjame sola.

— Con una condición. Dime qué relación tenías con Frederik O'Donnell.

ATLAS: Los Desvanecidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora