ATLAS: Los Desvanecidos.

Capitulo Siete.

Capítulo Siete: Mickelson.

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Estaba desayunando con Joalin y Zaph, Finnick está en una reunión con su equipo de debate en este momento.

— Así que hablaste con Egeon —exclama Zaph mirándome.— primero fue con Atlas, luego con Angelia, después con Altair y ahora con Egeon, parece que tienes buena conexión con los nuevos.

— Los Bhall son amigables —las mire. Joalin dejó la manzana que comía y me miró.

— Si, me alegro que te hagas amigos de ellos —sonríe Zaph.

Joalin nota sus intensiones.

— Le gusta Altair —le dijo a Jo.

Joalin casi grita de la emoción pero Zaph la de tiene.

— Jo, relájate que todo mundo nos ve —exclamó Zaph apenada.

Joalin sonrió.

— Es que, wow Altair Bhall es alguien, wow —dice Joalin mirando a Zaph.

— Ya se que los Bhall son lo mas superior qué hay aquí, ya no es Galileo Oxford siendo el más guapo de toda la escuela —exclama Zaph mirando a la mesa de enfrente donde los Bhall estaban sentados, Angelia comía una manzana rosa mientras que Altair y Atlas solo estaban sentados.

— Está mas guapo Finnick que Galileo —dice Joalin, Zaph y yo hacemos cara de asco.— Kol Birdwhistle fue el más guapo de su generación, todos los saben.

— Según Daphne si, Kol era por el que todos morían —dice Zaph.

— Ugh, no hablen de mis hermanos así —dije fingiendo asco.

Sabía que mis hermanos son guapos, mis padres fueron la mejor pareja en su generación y no es por nada, pero tuvieron hijos hermosos, salvo por una que salió un poco defectuosa.

— Pero no olvidemos lo importante, los hermosos Bhall llegando a iluminar este pueblo sombrío —dijo Zaph.

— Pero mucho mejor desde que Rik no está —exclamó Joalin.

Zaph y yo levantamos la mirada.

— Chicas, se que suena cruel pero Rik era un raro, acosador y agresivo —exclama con fastidio. Jo tiene razón en todo lo que dice.— Recuerden que siempre venia a la escuela a pelear con todo mundo, lamento la pérdida de la señora O'Donnell pero su hijo necesitaba estar en una clínica mental.

— Que no te escuchen Nikolai y Pol —dijo Zaph señalando a los únicos dos amigos que Rik tenía.

Ellos estaban en la esquina de la cafetería solos y con sus capuchas puestas y mirada baja.

— Me dan la sensación que en cualquier momento sacarán un arma y comenzarán una masacre —dice Jo.

No era la única que sentía eso. Se podía ver en toda la cafetería como todos tenían una clara distancia de ellos, eran raros y temidos.

Levante mi mirada observando a Pol, este tenía una mirada hacia su comida y repentinamente la levantó y me miró.

Me asusto.

Pero un cuerpo se interpuso entre nuestras miradas.

— Hola chicas —sonrió Angelia mirándonos.— quería pedirles un pequeño favor, soy nueva aquí y quiero ir a comprar ropa y me preguntaba si me quisieran acompañar.

Sonríe.

Angelia claramente era muy linda y tierna, incluso superaba a Zaph.

— Claro —sonríe Zaph.— nos encantaría acompañarte.