ATLAS: Los Desvanecidos.

Capitulo Veinticinco.

Capitulo Veinticinco: ¿Pero me ayudaras de qué?

(🍎🍎🍎)

— Silver... —Atlas no me alejo, mantuvo el abrazo. — ¿fue en autodefensa?

Asentí en su hombro.

Era la primera vez que lo reconsideraba.

Si, lo fue.

Me defendí de la persona que me atormento.

Me defendí del chico que hacia mi vida imposible.

Me defendí de mi acosador.

Porque yo sabía, que era mejor defenderme antes de denunciarlo, ya que en este pueblo hubiera sido juzgada y repudiada.

— ¿Quieres contarme cómo fue? Jamás te juzgare Silver, jamás.

¿Por qué me sentía tan bien en sus brazos? ¿Por qué me sentía tan cómoda ahora mismo a su lado?

Tal vez necesitaba eso, tal vez necesitaba expresarle lo que sentía desde mi interior a alguien ahora mismo, tal vez Atlas sea lo que buscaba.

El me guio hasta una roca para sentarme a su lado.

— Era mi aniversario con mi exnovio, teníamos una fiesta, pero queríamos celebrar ya que el iría a ver una universidad en Inglaterra y tardaría una semana, en ese momento no verlo 3 días era demasiado, pero yo sabía que él no estudiaría ahí, porque estaría cerca de mi —me reí recordando como me sentía en ese entonces. — así que planeamos celebrarlo en el mirador del pueblo, así que fuimos estábamos Cole y yo y-

Mi voz se entrecorto.

Él puso su mano en mi pierna, apretándola para darme ánimos.

— Estábamos hablando, era nuestro último aniversario juntos antes que él se fuera a la universidad. —el recordar todo eso me dolía, — entonces llego Rik con un arma amenazándome a mí y a Cole, Cole bajo para tranquilizarlo, pero Rik no era alguien quien hablando iba a calmarlo, yo le dije que no bajara, pero Cole me protegía, todos lo hacían, me cuidaban de Frederik, me cuidaban que no me hiciera nada, él estaba... loco por mí, pero en verdaderamente loco.

— ¿Qué paso después?

— Cole salió.

"— ¡No vayas! —le grite cuando el salió del auto.

— Debo hacerlo, debo tranquilizarlo.

— No se dialoga a alguien con un arma —estaba desesperada.

Si conocía a Frederik, y si lo hacía, sabía que él no quería dialogar.

Él me quería a mi"

— Frederik le apuntaba con el arma.

"Cole tenía las manos encima de su cabeza, caminaba lento y con temas que Frederik hiciera algo, tenía ambas manos apretando el volante.

Rik no bajaba el arma, no dejaba de sonreír, esa patética sonrisa de superioridad como si hubiera conseguido lo que quería.

Y lo que quería es a mí."

— Cole hablo primero.

"—Así no deben ser las cosas, O'Donnell —dijo Cole.

Frederik se rio, como si Cole hubiera dicho el chiste más gracioso del mundo, incluso bajo un poco el arma para colocar una de sus manos en su estómago.

— Así me obligaron a llevas las cosas —exclama moviendo su cabello de un movimiento. — Así me obligo ella a llevas las cosas.