Capitulo Tres.

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Capítulo Tres: Finnick y Kollian Birdwhistle.

(🍎🍎🍎)

El iba tranquilo, pateando ramas y hojas mientras sujetaba su mochila en su hombro mientras observaba las copas de los árboles.

Podía notar como... iba demasiado tranquilo.

— ¿Y sueles ser demasiado curiosa siempre? —preguntó sin girarse aún viendo a los árboles.

Mierda.

— Lo siento, no quise seguirte —hable apenada.

Porque lo estaba. Creo que los poderes de ninja nunca han sido mi fuerte, apenada me di la vuelta para regresar al camino de la escuela.

— ¿Sabes donde vive Balton Mozt? —preguntó cuando me di la media vuelta.

— Los Mozt viven cerca de la tienda de víveres —hable volviendo a girar, este bajo la mirada.

Era un poco más bajo que Atlas, cabello blanco igual que Angelia y Atlas, pero a diferencia de ellos él tenía los labios rosados y mejillas más sonrojadas.

— El chico Mozt no llegó a clases hoy y como mi profesor nos vio cruzando palabras con el me mandó a entregar su tarea —bufo moviendo unas hojas que tenía en su mano, volvió a subir su mirada a los árboles.

¿Que tanto miraba?

— Es muy extraño este pueblo —comenzó a caminar estirando sus manos para tocar el tronco de los árboles , lo seguí ahora con su conocimiento.— me refiero que los chicos son muy extraños, ¿que chico se llama Balton?

— ¿Quien se llama Altair?

— Así que sabes mi nombre —sonríe mirándome.

— Angelia me lo mencionó, tú hermana es muy agradable.

Este sonríe sin dejar de ver el bosque.

— Angelia suele ser... un ángel —menciona caminando.

El camino entre la escuela y el bosque daba hacia la ciudad, cerca del palacio del gobernador, salimos alado del palacio y Altair Bhall me miró.

— ¿Donde es la casa de Mozt?

Señale la casa Roja, afuera de ahí estaba su madre de Balton, Brigitte recortando algunas rosas. Este camino hasta ahí y me di la media vuelta para regresar a la escuela.

Cuando me giré Atlas estaba ahí, choqué contra su pecho y levanté la mirada. Tenía las manos en sus bolsillos y mirada a su hermano.

— Jamas había visto a Alti convivir tanto —habla mirando hacia su hermano.— creo que este pueblo le está haciendo bien.

Quise esquivarlo pero el dio un paso para que no avanzara.

— ¿Que quieres? –le pregunté.

El elevo la comosuras de sus labios.

— ¿Que quiero yo? –pensó un poco.— mejor dime qué quiere tu, Silver Birdwhistle.

— No se ha lo que refieres.

— ¿Porque seguiste a mi hermano? ¿Porque te acercas a mi hermana? ¿Porque me invitaron a participar a esa patética subaste del festival de manzanas? ¿Quieres de nosotros, Silver?—hablaba.

Sus ojos azules se veían casi grises, respiraba rápido y sus labios estaban fruncidos. Pero ignorado todo eso, él tenía razón.

¿Que quería yo de ellos?

ATLAS: Los Desvanecidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora