Capitulo 12: Pasado.

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Narradora:

Le temes a los truenos, ¿Por qué? Es una pregunta justa y que duele explicar. Debemos regresar a los días dónde tenías una familia y eras muy feliz con ellos.

Tu madre era una mujer algo regordeta y rebozante de energía. Tu padre el polo opuesto, muy delgado y siempre cansado, ambos te amaban y te protegían de cualquier mal. Pero el mal logra colarse hasta en el cielo.

  12 de abril, todo acabo para tí un 12 de abril en la madrugada. Existía un lindo árbol a un lado de tu casa, ese árbol era tu fuerte y dónde más jugabas. Te da miedo subirte a un columpio, suena ridículo pero es así, no es que tengas miedo de aquel objeto como tal... Sino de los recuerdos que acarrea subirse a uno. Ese lindo árbol termino chamuscado porque un rayo impacto con él, peor aún es que el fuego que invadió tu fuerte de la naturaleza se expandió hasta tu hogar.

Cuando tus padres despertaron el fuego ya se extendía por toda la casa, era tarde, sentían que se asfixiaban y no había nada por hacer, solo escapar de las llamas.

_____: ¡Mamá! —era su hija, del otro lado de la puerta— ¡Papá!

Madre: Mi niña —empezando a toser, antes de poder quitar el seguro de la puerta y abrir, una viga del techo calló bloqueando por completo su única salida

_____: ¡Mamá que fue eso! —empezo a tocar desesperadamente la puerta—

Padre: Cariño, necesito que me escuches —dijo el hombre con la voz más rasposa de lo habitual—. Debes salir inmediatamente de la casa, no te preocupes por nosotros, siempre estaremos contigo

Madre: pero debes salir, mi vida. Debes ser muy fuerte, por nosotros —la mujer empezó a toser con más fuerza—. Debes ser valiente y dejar de temerle a lo desconocido. Debes vivir, mi amor.

_____: mamá... Papá... No, ustedes deben estar conmigo, abriré la puerta solo esperen. Yo...

Mamá: Cariño, has caso, escapa ante de que el fuego se ponga peor —se notaba que estaba asfixiando se, pero aún así se esforzaba en hablar con su niña.

Padre: Vive, ama, llora, ríe... Baila. Se quién eres y vive orgullosa de ti misma... Los dos te amamos

Madre: siempre te vamos a amar, pero vete, por favor...

_____: Mamá... Yo... ¡Los amo mucho! —la niña empezó a correr, no salió enteramente ilesa. En su pierna izquierda, escalando por su cadera quedaría la marca de la tragedia vivida y que jamás olvidaría.

Noches enteras ella lloraría desesperadamente, cuando en sus sueños viera a sus padres siendo devorados por las llamas.

Presente

La chica se despertó muy agitada, calmo su respiración como pudo y se llevó la mano al pecho, después bajo a la cadera del lado izquierdo.

_____: Mamá... Papá... Tuve ese sueño de nuevo —echo a llorar silenciosamente cómo aprendió en el internado, pero no pasó desapercibido.

Habían pasado unos pocos días desde el pequeño incidente con el demonio cuervo, quien ahora empezaba a intentar ser amigo de la Diosa. Eso hizo que su guardián subiera la guardia todo el día y la noche.

Tomoe: mocosa... —hablo desde atrás de la puerta—. Escuché que estabas agitada, ¿Todo bi...? —la puerta se abrió de golpe y antes de poder soltar siquiera un grito de terror, un peso entre sus brazos y pecho se hizo presente.

_____: No estoy bien —hace mucho que no confesaba eso, la última vez que lo dijo en voz alta fue a su madre—. Tengo mucho miedo, no quiero estar sola de noche y... Se que soy débil por ello, pero no puedo cuando ellos regresan a mi memoria mientras duermo y los puedo oír gritar de dolor. Es mi culpa por no haberme quedado a intentar derribar la puerta... Ellos... Ellos —sintio algo en los labios, no supo que fue, estaba todo tan oscuro.

Tomoe: Cállate ya, no se de qué hablas... Pero se que es imposible que sea tu culpa. No eres débil por tener algo, serías estúpida si no tuvieras miedo —sus pies dejaron de estar en el piso, Tomoe la llevaba en brazos—. Ahora vamos a dormir, me quedare a tu lado y si vuelves a despertar asustada, estaré ahí para calmarte, boba.

_____: Gracias... —su guardián la recostó y cubrió con sus cobijas—. Deberías regresar a tu habitación y dormir, yo... —le regreso la culpa, no podía dejarlo ahí.

Tomoe: me voy a dormir a tu lado, por si te preocupaba que no durmiera —le resto importancia.

_____: está bien... —le hizo espacio—. Tomoe...

Tomoe: ¿mh?

_____: ¿Qué fue lo que sentí en los labios?

Tomoe: mis dedos —mintio, habían Sido sus labios

_____: Bueno... Buenas noches

Tomoe: Descansa —fue la primera vez que durmieron juntos.

Después se hizo un hábito tan común que Tomoe termino pasando un futón extra a dicha habitación. Habían noches en las que ella dormia bien, y otras en las que necesitaba tenerlo al lado para conciliar el sueño.

24 de Julio de 2021

Casi chillo JAJAJA. Perdonen el retraso, muchos problemas. En fin, ya voy a volver a actualizar este fic los martes.

Espero les haya gustado, baim 💖✨

Mi Deidad - Tomoe y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora