Robotun Peri (parte 1)

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Esa mañana Eda despertó muy temprano y emocionada, pues había terminado el año de escuela de Cenk, había vuelto de Italia hacía unos días y hoy se encontrarían en un restaurante del centro comercial al que Eda amaba ir. Se duchó y optó por usar un vestido sencillo pero que hacía lucir muy bien su voluptuoso cuerpo, usó un maquillaje bien natural y dejó su cabello secarse a merced del día, como hacía siempre que se emocionaba. Le escribió a Cenk un rato después de arreglarse:

"Günaydın canım, desayuno y me voy, nos vemos en un rato"

Hecho eso desayunó en compañía de su tía y su abuela, no pudo comer mucho por los nervios, así que en cuanto se despidió de ellas tomó su bolso y salió caminando al centro comercial.

De camino iba saludando a cualquier vecino que se topaba. Le gustaba desviarse al barrio que la vió crecer antes de mudarse a casa de la abuela. En cuanto salió del barrio se puso los auriculares para hacer más amena la caminata.
Al llegar a una calle cercana a su destino tuvo un mínimo accidente con un auto que al parecer pertenecía a un loco por su manera de frenar, no le tomó importancia y continúo con su camino. Saludó a dos de sus amigos, a quienes conocía por ir frecuentemente ahí y siguió al restaurante donde ya se encontraba esperándola Cenk.

- Ben geldim canım - saludó Eda con un beso en la mejilla como era su costumbre aunque no pasó por alto que cierto gesto le causó incomodidad al susodicho.

- Hoşgeldin Eda - respondió Cenk no muy animado - Nasılsın?

- Yo estoy bien, dime qué hay de ti - Eda se colocó con los brazos en la mesa apoyando su rostro entre sus manos y con una expresión tierna se dispuso a escuchar a Cenk.

El chico de ojos azules empezó a contar emocionado sus aventuras durante ese año que pasó en Italia, pero sin hacer contacto visual con Eda quien lo miraba con atención mientras le hablaba de todo lo que había hecho, aunque no contaba con que Cenk tenía una pequeña e insignificante sorpresa para ella.

- Y bueno bu kadar - terminó de contar Cenk mientras notaba que Eda miraba algo o más bien alguien detrás suyo - ¿Qué pasa Eda?

- No sé si soy yo o esa chica nos está mirando desde hace un buen rato - le dijo señalando a la chica a la que se refería y a la que Cenk volteó a ver inmediatamente - ¿Te conoce o eso me parece?

Eda pudo notar como Cenk le hacía señas con los ojos a la chica quien cada vez lucía más estresada.

- Mmmm şey, Eda hay algo que tengo que contarte - comenzó a contar Cenk con una pizca de nerviosismo - en mi viaje a Italia he descubierto el verdadero significado de la vida, Eda...

Eda estaba más que lista para escuchar eso que llevaba meses esperando de Cenk, así que sin poner atención a lo que él decía simplemente comenzó a responder con un sí a cualquier cosa que le decía el chico.

- Söyle canım - dijo Eda ansiosa - te escucho

- Quiero romper contigo - y si más Cenk lo soltó

- Evet - le respondió Eda con un asentimiento de cabeza - mil veces evet

Había mucha gente mirando,en su mayoría sorprendidos por la respuesta de Eda, lo cual ella misma notó y no hizo más que sonreír como si le hubieran dado la mejor noticia del mundo.

- Eda ¿no me escuchaste? - volvió a insistir Cenk preocupado de que Eda hubiera respondido un simple evet - dije que quiero romper contigo

- Te escuché canım - contestó Eda muy tranquila - dijiste que querías romper conmigo y yo te he dicho que sí, lo he entendido perfectamente y no hace falta que me expliques nada - Eda se levantó de su asiento, sacando algunas liras de su bolso para pagar la malteada que había pedido, dispuesta a salir de ahí - sólo te pediré que no me llames o busques más, tamam mi?

Y con un "muchas gracias Cenk" Eda se despidió y salió del restaurante como si nada hubiera ocurrido, bajo las curiosas miradas de los presentes. Antes de abandonar el centro comercial pidió un helado de chocolate, se colocó sus auriculares y cantando salió de ahí, apenas puso un pie fuera una fresca brisa del verano que comenzaba le acarició el rostro haciendo volar su melena castaña y ondulada, Eda inspiró y empezó a caminar, sin rumbo, simplemente disfrutando dos de sus cosas favoritas, música en sus auriculares y comer helado ¿Qué más podría desear?

Tener la capacidad de adivinar quién arruinaría su momento.

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Lo que faltaba, había chocado con la chica, ahora descubriría que la estaba siguiendo.

Piensa algo idiota, piensa - Serkan se lo repitió mentalmente unas...genial, había perdido la cuenta mientras miraba a esa curiosa y regordeta castaña que no despegaba la mirada del piso, como si hubiera muerto alguien.

- ¿Allah por qué? - se quejó Eda mientras incorporaba poco a poco la cabeza retirándose los auriculares.

Serkan creyó que se le podría detener el corazón en cualquier momento, en cuestión de segundos tendría a esa hada mirándolo a los ojos, y tal cómo lo creyó, su corazón se detuvo un momento al encontrarse con esos expresivos ojos marrones frente a él.
Era realmente hermosa.

Antes de posar completamente sus ojos en el hombre que había arruinado su día se retiró los auriculares colocándolos junto a su celular dentro de su bolso, se apartó los mechones de cabello que le cubrían la mirada con un simple movimiento de cabeza y finalmente pudo observar con detalle al hombre que había frente a ella.

Ese pequeño gesto de la curiosa chica había conseguido despertar en Serkan una extraña sensación, era como si algo hubiera estallado en su interior, se permitió mirar un poco más la belleza que tenía a escasos pasos, pero sobre todo esos ojos, estaba seguro que los conocía de algún lugar, claro eran dos brillantes estrellas como las que solía mirar cada noche desde el techo de vidrio de su habitación preferida, eran de un color marrón impresionantemente oscuro, y sumado a esas largas pestañas que no hacían más que darle un toque mágico a su mirada ya estaba prácticamente enamorado.

- Bir dakika - lo reconoció Eda notando cómo el extraño no dejaba de mirarla - es usted el loco del coche, değil mi?

Como el extraño no reaccionaba de ninguna manera dió dos pasos eliminando así cualquier espacio entre ellos - ¿me estás siguiendo verdad? - estaba a punto de perder la paciencia y ese hombre no hacía más que mirarla no podría desmentir que se trataba de un robot teniendo una falla - Holaaa ¿señor robot acaso le está cortocircuitando el cerebro?

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- Kusura bakmayın - contestó Serkan con la voz temblorosa "¿Qué me está pasando?" se preguntó a sí mismo y carraspeó para aclararse la garganta que parecía estarle fallando - no la ví señorita

- Claro que no me viste, ni siquiera con esos lentes tan grandes - le dijo Eda bajándo los lentes oscuros que traía puestos Serkan - es muy creíble

- ¿Estuviste en el restaurante cierto? Seguro que viniste a burlarte - Eda se puso inmediatamente a la defensiva imaginando las verdaderas intenciones de Serkan - ama déjame decirte que si esa es tu intención no lo lograrás, nada puede hacerme sentir mal

- Pero evidentemente yo lo logré - le dijo Serkan mirando al piso donde yacía el helado que en cuestión de minutos se había hecho agua - permítame recompensarle este mal momento

- ¿Por qué te creería? - Eda estaba dudando de las palabras del extraño hombre.

- Quizá porque si no me hubiera importado sólo habría salido caminando tranquilamente de aquí - "qué rápido se te ha pasado lo nervioso" pensó Serkan, haría lo que fuera pero debía averiguar al menos el nombre de la hada que lo había encantado o no lograría dormir - ¿le parece una excusa suficiente para aceptar un nuevo helado señorita?

Eda bajó la mirada y una pequeña sonrisa se asomó por la comisura de sus labios "Qué tipo más loco" pensó.

- Peki, me parece una buena excusa señor robot - Eda lo tomó inconscientemente de la muñeca y antes de dar un paso notó como el hombre se tensó - hadi no puedo esperarlo todo el día .

EdSer One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora