El Diario De Lena 13

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Agosto. 

A veces me pregunto que hace la gente normalmente. 

Cómo reacciona a diferentes situaciones y cómo esas reacciones desencadenan una serie de sucesos inexplicables. 

Antes de vivir en la mansión Luthor yo era bastante normal. 

O por lo menos eso creo. Tengo vagos recuerdos de mi madre, recuerdo su risa y su cabello alocado, ella tenía su cabello rizado y pasaba demasiado tiempo leyendo. 

Yo siempre he leído, me gusta leer y pensar en esas historias de finales amargos y tristes. Creo que son los que más se asemejan a la realidad o por lo menos a mi realidad. 

Mientras viajo al trabajo puedo ver a las personas riendo y platicando en las esquinas y avenidas, puedo ver la vida y lo diferente que hay en ella. 

Yo no conocía los desayunos informales hasta que conocí a Kara. Tampoco había conocido a alguien que comiera tanto como ella.

Y me pregunto ahora que hace la gente normalmente, porque mientras yo pienso en diferentes posibilidades, hago experimentos, diversos cálculos, teorías e intentó encajar en el mundo veo que eso no es muy común en las personas. 

Agosto….

Agosto es húmedo y bastante nublado. 

Me gusta agosto y tal vez me gusta más ahora que paso mis días con Kara, en viajes que me dejan una sensación hormigueante por el cuerpo y pensamientos llenos de deseo de sexo. 

Viaje con Kara hace unos días a la ciudad de vancouver, no esperaba demasiado de ese viaje. 

Sin embargo, hubo demasiado coqueteo y situaciones reveladoras, no he dejado de pensar en Kara, no he dejado de pensar en mi. 

Y he llegado a diversas conclusiones que me da pereza escribir, aunque he encontrado una forma de pensar mié tras escribo y platico conmigo misma, justo como ahora lo hago. 

No pensé en mi vida que algún día encontraría a Kara masturbandose, no pensé que me quedaría como una pervertida oyendo cada gemido y susurro que se escapaba de sus labios. 

Jamás pensé que el sonido de la humedad creciente entre sus piernas se pudiera oír como si usara altavoces. 

Tampoco pensé que pudiera experimentar el latido del corazón en la garganta. 

Pude haber durado una eternidad ahí parada en el pasillo frente a su puerta y pude haber volteado la mirada en el instante en que me di cuenta de su condición. Pero no lo hice, mi cuerpo se quedó estático clavado a las tablas de madera y mi deseo creció esperando que me viera. 

Lo mejor que pude hacer fue alejarme en silencio, dejando acabar con su frustración y excitación. 

Pasé la mayor parte de la noche pensando en ello y pasé el resto de la semana imaginando y recreando una y otra vez la escena. 

Mantuve la calma lo mejor que pude. 

No podías dejar de observarla, podía ver todo un panorama completo de lo que es Kara Danvers. 

Un matiz de colores que crea algo particular y único, no puedo dejar de verla porque ahora sé con exactitud como se siente respecto a mi. 

Solo queda una interrogante, solo atracción sexual o es lo que el ser humano cataloga como amor? 

Continuará….. 

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