El diario de Lena

El Diario De Lena 16

Septiembre…. 

Lex Luthor se intenta dar a la fuga. 

Ese es el titular de cada periódico y noticia y todos lo vinculan conmigo. 

Parece que jamás cambiará ese estigma de mi apellido. 

Las incriminaciones e investigaciones llegan hasta la puerta de mi oficina y como es de esperarse los reporteros se congregan fuera de mi empresa esperando acribillarme con preguntas de las cuales no tengo respuesta. 

Mi guardaespaldas me observa intrigado, cuando estas cosas pasan es mejor tener a alguien siempre conmigo. 

Sus palabras que se supone deberían calmarme no lo hacen y mi secretaria no deja de decirme que la policía quiere hablar conmigo. Entre esos agentes se encuentra la hermana de Kara, solo me queda reír amargamente y esperar que uno a uno hagan las mismas preguntas de siempre. 

Septiembre…. 

Ayer lloré. 

No quería hacerlo pero no pude evitarlo. 

Ella se encuentra en Metrópolis cubriendo la nota e investigando junto a Clarck. 

Tendrá la oportunidad de conocer a mi hermano en persona, tal vez vea en él algo de mi y eso de cierta manera me asusta. 

Hay días en los que simplemente es más fácil llorar y descargar el alma, ni siquiera hablamos algo, simplemente fue silencio y podría jurar que ella sabía cómo me sentía. 

No se necesitaba hablar para entender cómo me sentía. Pienso que soy muy vulnerable con Kara, me permito ser vulnerable con ella. Tal vez porque creo que nos parecemos bastante. 

Septiembre… 

No me gusta volar, le temo a las alturas. Eso es algo que nadie sabe. 

Pero entre sus brazos es bastante fácil y liberador. Sé que estoy segura con ella. 

El frío es penetrante en lo alto, la ciudad se ve como un pequeño lienzo de luces y el movimiento hace que parpadee la luz como una estrella. 

Los gritos se pierden entre el viento y las nubes y el júbilo parece mezclarse entre la luz y la profundidad del cielo. 

A ella le gustó su traje.

Se emocionó por el hecho de usar pantalón, acarició su capa y me observó con una sonrisa que no encuentro las palabras correctas para describirla. 

Pero me hizo feliz verla de esa manera, era como una estrella fugaz. Brillante, mágica, rápida y espontánea. 

Septiembre… 

Las tragedias nunca tardan en llegar. 

No son algo que esperamos o que estamos prevenidos a recibir. 

Hay tres noticias que no son deseadas y son las que esperamos jamás recibir. 

Entre ellas esta, saber que alguien que amas se encuentra entre la vida y la muerte. 

Es algo que te hiela la sangre, algo que te deja estático, te detiene el corazón por un instante y el tiempo parece que transcurre más lento. Tu respiración es lo único que oyes y tu mente se dispara en mil y un pensamientos diferentes que abruman tu mente haciendo que todo parezca más pequeño y desagradable, como una caja de metal oscura en la que pareces estar atrapada. 

Después parece que todo cambia en un abrir y cerrar de ojos, como si tu cuerpo hubiera actuado en automático y te hubiera guiado hasta el lugar donde se encuentra esa persona que temes no sobreviva.