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A ChanHee nunca le importó ser el pañuelo de lágrimas de YoungHoon cuando un romance no le funcionaba.

Nunca le importó solo ser usado cada que al mayor le salía algo mal y quería algún consuelo, nunca le importó porque se sentía útil como si con abrazarlo y acariciar sus cabello negro fuera su mayor recompensa.

Tampoco le importaba mucho cuando él le mandaba mensajes queriendo saber cómo estaba, si había comido o si quería salir un rato y YoungHoon jamás le contestaba dejándolo solo en visto, eso le hacía creer a ChanHee que si: que estaba bien. No le importaba ser ignorado.

Sí. YoungHoon solo sabía dejarlo de lado cuando estaba bien y cuando no, estaba atrás de ChanHee como un perro para tener un poco de cariño y consuelo que estúpidamente al menor no le incómodaba dárselo ya que sentía que solo así estaba cerca de él y nadie se lo quitaría.

Así solo podía abrazarlo como él quería, demostrarle un poco su amor, hacerle sentir que estaba ahí y siempre lo estaría. Incluso se daba el lujo de ver dormir a YoungHoon en su casa y cama, a su lado, de tocarlo, de acariciarlo, de ver su hermoso perfil de cerca.

Para él solo.

Sentía una felicidad enorme cuando YoungHoon se quedaba en su casa, se sentía tan bien que le daban ganas de llorar por el asombro de tenerlo ahí, de mírarlo, de compartir cama con él, de no creerse aquello posible. Era como un niño con su oso de felpa favorito para dormir.

Pero le duraba muy poco esa felicidad. Porque al día siguiente, YoungHoon no estaba, se iba sin decir adiós y cuando lo veía él estaba en brazos de alguna chica bonita o un chico que se le había atravesado en el camino.

¿Y ChanHee?, Seguía estando bien para él, siempre y cuando YoungHoon estuviera sonriendo.

Pero le dolía.

—¿No crees que debería de dejarlo? —YoungHoon preguntó mirándose en el espejo de su habitación, ChanHee solo podía admirar el gran físico del mayor.

—¿Disculpa? — preguntó ChanHee devolviendose a su realidad, en dónde YoungHoon había ido a visitarlo para hablar con él de algo urgente o algo así había dicho por teléfono.

—¿Qué si está bien dejar a ChangMin? — repitió naturalmente como si nada, como si estuviera hablando de algo tan simple y no de que quería terminar con su novio.

ChanHee no supo que decir, estaba perplejo, no tenía ni dos meses de que YoungHoon se le había confesado a ChangMin y ya quería terminar con él.

—¿N-no que te gustaba? — sabía que tenía que estar emocionado por qué YoungHoon estaba dudando sobre si debería seguir con ChangMin.

Si ChanHee fuera otro, estaría feliz, más que nadie en el mundo al saber que el chico que le gusta está por dejar a su novio actual, y es donde debería de aprovechar la oportunidad y decirle que si y por fin tenerlo.

Debería de ser egoísta.

Pero ChanHee no era así.

A él más que nadie le importaba la felicidad de YoungHoon eso sí incluía nuevamente su corazón roto, dolores y noches en vela llorando nuevamente. Él era un alma pura. Extremadamente buena.

Así que no. No sentía felicidad.

—Lo hace... — aclaró —Pero no creí que fuera tan celoso y mandón. Se enojó porque me vió hablando con Eric e hizo una gran escena de celos en el centro comercial ayer, todavía me prohibió volver a hablarle a Eric.

Sabía que ChangMin era algo "protector" con sus "cosas" y tendía a ser así de celoso pero no lo hacía a propósito.

Había escuchado anteriormente que tuvo un novio; Jacob si no mal recordaba, que habían estado saliendo por meses o casi un año pero el chico lo había engañado con su mejor amigo y lo peor es que ChangMin siempre tuvo presente esos rumores de que lo engañaban y los ignoró ya que confiaba ciegamente en Jacob, incluso si el mismo Jacob lo engañaba en su propia cara.

𝙐𝙣𝙛𝙖𝙞𝙧  ◡̈ 빵뉴 (𝑩𝑩𝑨𝑵𝑮𝑵𝒀𝑼)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora