Capítulo 15

333 26 10
                                    

Entré a casa, la cual estaba hecha un desastre así que comencé a limpiar hasta el último rincón de ella, demoré unas cuantas horas en terminar, al sacar la bolsa de basura, noté que había un coche estacionado en casa de Mayte, lo cual fue muy extraño ya que ella mencionó que estaría en casa de Isabel, y haciendo memoria recordé que ese coche era parecido al de Sebastián, pero no estaba segura, así que seguí con mis actividades que eran muchísimas, no tenía razones para desconfiar, antes no éramos nada oficial, pero ahora era diferente, nos amábamos, acababa de conocer a su familia, todo era serio. Habían pasado horas desde que vi aquel coche, sinceramente sentí un fuerte dolor de estómago al pensar que algo estaría sucediendo ahí, y quizá era mi intuición queriendo decirme algo.

Tenía llaves de casa de Mayte, así que me dirigí a revisar. Toqué la puerta, nadie respondió, me asomé por las ventanas, estaban todas las cortinas abajo, mi curiosidad crecía...

Abrí la puerta y entré sin hacer absolutamente nada de ruido, no llamé la atención en lo más mínimo, si estaba sucediendo lo que pensaba, quería verlo con mis propios ojos. Estaban todas las luces de la casa apagadas excepto una, la de su habitación en el segundo piso, sí, mis sospechas se hacían cada vez más certeras.

Se escuchaba música romántica de los 80's, lo cual era lo habitual, a ella le encantaba, pero las melodías que sonaban eran aún más románticas de lo normal, sentí mi estómago revolverse y un escalofrío recorrer mi cuerpo... Decidí esconderme detrás del sillón de la sala cuando escuché la puerta de su habitación cerrarse con delicadeza. No se escuchaba ninguna voz masculina que la acompañase así que descarté por un momento aquella idea de que estuviese acompañada, o bueno, al menos no lo había visto aún. Me quité los zapatos para no hacer ruido, y subí escalón por escalón, estuve a punto de tocar la puerta cuando escuché ese tono masculino que tanto temía oir, la voz de Sebastián y algo que estaba a punto de romper mi corazón en mil pedazos salía de su boca..

Sebastián: Nadie va a enterarse, desnúdate que muero por hacerte el amor.

Mayte: Estamos haciendo mal, yo.. yo la quiero mucho, Sebas. Creo que es mejor que te vayas y dejar esto aquí.

Sebastián: Ella no sabe lo que está pasando ahora mismo así que déjame hacerte mía solo por hoy, te juro que será la última vez, tengamos una despedida digna de lo que tuvimos..

Mayte: ¿Prometes que será la última? No quiero hacerle daño.. y si ella se entera... —dejó salir una risa junto a un suspiro —

Sebastián: Te lo prometo, será la última vez, amor.

Lágrimas incesantes comenzaron a rodar por mi rostro, estaba completamente destrozada, lloraba tapando mi boca para no hacer ruido mientras seguía escuchando lo que sucedía detrás de la puerta, no sabía que hacer, así que solo tomé mis zapatos y regresé a la sala, aún sin hacer ruido, escribí una nota que planeaba dejar en la mesita.

"Mayte, cuando leas esto seguramente habrás terminado de disfrutar tu momento, ese momento que para ti seguramente estará siendo sumamente placentero y para mí tan doloroso.
No lograré entender cuales fueron tus razones para jugar así con la confianza de alguien que te ama más que a sí misma, y mucho menos quiero escucharlas, espero que encuentres la felicidad, con él, o con quien lo prefieras...

Atentamente: Valentina.

Al salir del cuarto, Mayte bajó a buscar un vaso de agua y se encontró a Valentina sentada en el sillón con el rostro inundado de tanto llorar, doblando la carta que pensaba dejarle.

Mayte: ¿Valentina? Mi amor, no...

—No quería interrumpir, así que pensé dejar esto aquí pero ya que te veo, te lo diré en tu cara. No quiero que me vuelvas a buscar, no quiero saber nada de ti nunca más, Mayte Lascurain.

Mayte: — Llevó una de sus manos a su frente— Espera... déjame que te explique..

— No tienes ni siquiera que intentarlo, no te quiero volver a ver en mi vida. ¿Me entendiste? Que tristeza debería darte perder a alguien que estaba dispuesta a darlo todo por ti — Di la media vuelta y Mayte intentó detenerme mientras lágrimas comenzaban a salir por sus ojos—

Mayte: Mi niña, no... Por favor —Me tomó del brazo—

—Suéltame, me das vergüenza, Mayte Lascurain...

Llegué a casa y no pude hacer más que recostarme en mi cama a llorar por horas y horas.

Mayte tenía llaves de mi casa, así que entró, al escuchar su voz, enseguida salí a encontrarme con ella intentando subir las escaleras.

—¿Qué quieres? —en un tono de súplica, necesitaba saber que todo esto era un sueño, una pesadilla. Necesitaba que me abrazara y me dijera que me amaba a mí, solo a mí, pero no, no pasaría— ¿No te quedó claro que no te quiero volver a ver? Vete, Mayte —rogué mientras mis lágrimas no dejaban de caer—

Mayte: Amor, mira como estás, no quiero dejarte sola estando así... hablemos.

— No tienes nada que hacer aquí, tu presencia solo hará que te odie un poco más de lo que ya te estoy odiando. Si te importa aunque sea un poco como se siento... vete, por favor.

Mayte: Se sentó en un escalón mientras comenzaba a llorar desconsoladamente— Amor, yo te amo a ti, tanto como tú a mí. Él no significa nada.

— Ya vete, por favor. No hagas esto más difícil. No quiero volver a saber nada de ti...

Mayte: —Se levantó— Espero puedas perdonarme algún día, mi niña. Yo estaré esperándote aquí, siempre aquí— Finalmente salió, cerrando la puerta con cuidado—

No le seguiría dando el gusto de verme mal por su culpa, al contrario, me levanté de la cama, limpié mis lágrimas, tomé una ducha y salí rumbo a donde mis amigos de la universidad, aunque sabía que al llegar lloraría nuevamente, necesitaba despejarme.. Al menos por un rato.

Mayte: —Estaba en su jardín, observando mi casa— ¡Amor! ¿Podemos hablar?

— En primer lugar, no vuelvas a decirme así, tú y yo a partir de este momento ya no somos nada, dejaste de importarme en el momento que supe la clase de mujer que eres. Y no, no podemos..

Mayte: Está bien, te daré tiempo y espacio pero volveremos a hablar, sé que me amas tanto como yo a ti.

— Estás tan equivocada, que inclusive me das risa... ¿Qué parte no entiendes? Escuché todo. Alguien que realmente ama, no hiere, no lastima la confianza, ni la fidelidad de nadie. Y tengo cosas mucho más importantes que hacer que perder el tiempo aquí contigo.

Mayte: —Asintió y volteó para abajo— Perdóname, mi amor.

—Sonreí sarcásticamente— Eres una descarada —Subí a mi auto— Hasta luego, señora.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 07, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Siempre TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora