𝚃𝚁𝙸𝙾 𝙳𝙸𝙽𝙰𝙼𝙸𝙲𝙾 +18

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-Iré a ver al comandante Erwin, por favor Eren cúbreme con el capitán, solo me falta limpiar el salón, prometo recompensártelo. - ruego con las manos, aunque el castaño no parecía convencido por mi petición acepta.

-Sabes que volverá dentro de poco, no tardes, ah lleva esos papeles como excusa. - el trata de sonreír, pero no parece agradarle nada que yo siempre suela perderme con aquel hombre que comandaba la legión.

Con emoción corro a la oficina del mayor, de solo pensar en nuestro encuentro mi estómago siente un cosquilleo, aunque no estuviese enamorada de ningún hombre me gustaba el sexo que me daban. Al llegar ni siquiera me tomo la molestia de tocar ya que él me había pedido ir un día antes.

-Comandante...- el me mira con una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.

-Acércate t/n.- su voz masculina sin duda era de lo que más me atraía, hago caso, moviendo ligeramente mis caderas y soltando mi cabello de la coleta alta. -Siéntate. - con la orden hace un ademán para que yo me siente en sus piernas.

-Comandante, yo.- el me silencia con un beso profundo, el cual no tardó en responder, era lento, aunque preciso, el cree que debido a mi "supuesta inexperiencia" es la velocidad que debería tomar, pero una vez que el empezaba a soltarse podía apreciar cómo él me quería poseer.
Erwin me sostiene e mientras manosea mi trasero e inspecciona mi boca con su lengua, la ferocidad del comandante Smith era lo que más me llamaba a coquetearle como una pequeña puta, pero yo sabía que era el mejor regalo que podía conseguir después de sus largas misiones, su oficina era testigo del poco respeto que nos teníamos entre cadete y comandante.

- ¿Tú quieres hacerlo?.- pregunta, retiro lo dicho, aunque él me desease, siempre es un caballero.
Me levanto de sus piernas para empezar a desnudarme, quedando solo con mi camisa, en ningún momento me toca, solo observa, pero noto como poco a poco su pantalón empieza a estar apretado, incluso desabrocha un botón de su camisa porque el calor en la habitación empieza a subir, tragando saliva al solo verme con mi camisa cubriendo mi ropa interior.

-Comandante, hágame lo que usted quiera. - sonrió ladinamente, acercándome de nuevo, pero abruptamente un golpe en la puerta llama, ambos nos miramos con los ojos muy abiertos, no queríamos que nadie nos involucrase, eso sí estaba muy claro, tomo mis cosas escondiéndome en la pequeña habitación del fondo que estaba para guardar cosas.

Escucho como él va a abrir la puerta, la cual es abierta sin cuidado ya que impacta con la pared.

- ¿Dónde está ella? - la voz de Eren me petrifica, me había dado cuenta que el varón se sentía atraído por mí, pero no creí que fuese tan dramático.

- ¿De quién hablas, Eren? No grites que no estoy de humor. - una voz más impaciente del rubio se da a escuchar.

-Ya veo que no está aquí, aun así, debo hablar con usted. - cierran la puerta, y escucho como ambos se sientan.

-Sabes... no se de quien estás hablando. - ahora la voz del mayor cambia, siendo esta una más relajada y cordial.

-Siempre creí que, si usted vivía, podía asegurarnos una victoria como humanidad, pero lo único que hace es hostigar a personas más jóvenes. - la rabia de Eren es tanta que el bota todas las cosas qué hay sobre la mesa.

-Bebamos algo, escuche que te has hecho un bebedor compulsivo.- Erwin ríe entre dientes.- hostigador jajá.
Parece que el castaño acepta la copa ya que escucho el sonido de las botellas sonar.
-Nos ofrecieron este vino, solo para altos mandos.- ambos chocan las copas.

Siempre creí que los hombres son imbéciles, y lo son, ellos pueden intentar matarse y al segundo ir a beber algo.

-Si ella tuviera que elegir obviamente me elegiría, Eren, te lo digo como un adulto. - el comentario es más bien uno con ego, pero sin retarlo.

𝙾𝙽𝙴𝚂𝙷𝙾𝚃𝚂 //𝙴𝚁𝙴𝙽 𝚇 𝙾𝙲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora