¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Mirame, Eren. -camino de puntillas en un tronco mostrando caras graciosas al hombre que estaba serio.
-Vas a caerte, tonta. -dice a lo que me burlo de él, y acto seguido resbalo. -Te lo dije. -libera una sonrisa de "te lo dije" y ayuda a levantarme.
-Auch. -chillo de dolor, había caído sobre el tobillo que estaba mal. Miro hacia abajo por la vergüenza, idiota, tenía razón, pero odiaba darle la razón.
-¿Sucede algo? -me mira curioso.
-Suéltame. -acepta, a lo que inmediatamente caigo.
- Déjame ver. -intenta mirar pero quito mi pierna. -Vamos, no seas infantil. - miro de reojo y suspiro.
-Como sea. -levanta un poco mi vestido, arrodillándose y apoyando mi pierna en su rodilla.
-La próxima vez solo hazme caso. -se acerca a mi pierna y besa mi tobillo. -Tonta. -vuelve a reírse de mí, y empieza a inspeccionar, en realidad solo me lo había doblado, y como estaba débil por esa estupida serpiente. -Solo te vendaré, tendré que cargarte hasta el próximo bar que encontremos. -carraspeó la legua, estaba siendo una carga, de nuevo.
-Puedo hacerlo. -trato de levantarme pero me detiene.
-No me importa, quiero ayudarte, dejaría que te subas al caballo, pero debe estar más cansada que ambos. -
-Estoy apenada, por favor, intentare sanarme. -concentro mucho mi mente en él área, pero estaba cansada, habían pasado días de nuestra primera vez juntos, y a la mañana siguiente no sabíamos que decir, no hablamos de ello, y hemos estado vagando sin descansar. Sin aviso me agarra y me sube encima del caballo.
-Entiendo... -dice con cierto recelo.
-Eren...- susurró.
-Llegaremos a un bar que conozco en media hora, pasaremos la tarde y noche ahí, tomaré algo. -estaba agotado.
- ¿Podemos hablar? -era una ironía, pasábamos todo el día juntos, y no habíamos tocado el tema.
-No. -contesta cortante.
-Eren... solo escúchame. -el sin razón alguna me detiene.
-Solo quiero silencio, Dejame tranquilo media hora. -su manera de hablarme, hiere mis sentimientos. Y aunque quería decirle que se vaya al demonio, también estaba cansada para discutir por esto.
Cierro mis ojos apoyándome en el caballo, estaba pensando en lo hermoso que sería no tener este conflicto en mi cabeza, y unas lágrimas son derramadas, estaba triste, toda mi vida había cambiado en menos de un año, no sabía nada de mis madres desde hace años, mi tía, toda mi familia, gente que quería se suicido, dejando que me encargue de lo que debo de hacer.
Al llegar el me baja sin siquiera mirarme, atamos al caballo.
-Adiós, Bonnie. -acarició su cabeza y le doy un poco de comida.
