6.Sigue sin ser una cita.

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-Lamento no haber estado contigo, me hubiera gustado ver a tu hermano de nuevo.- Liam se sentó en el suelo al igual que yo. Estábamos debajo de un árbol. Ya habíamos salido de clase y era la hora del almuerzo, habíamos decidido venir aquí para poder hablar mejor.

-no te preocupes, ninguno de los dos sabía que él iba a venir.

-pero, que te dijo, como reaccionaste al verlo.

-me dijo que odia haber perdido tanto tiempo, pero que aún no es tarde y que tratara de enmendar su error. La verdad, al principio quería cortarle las bolas y dárselas a comer al gato que no tengo, pero reflexione y recordé que quería ser tía.- Liam me miraba como una psicópata.

- ok...

-¿Qué tienes?- fruncí el ceño.

-mira quien viene ahí.- Liam señalo con la mirada a Patrick.

Ay no.

Este hombre no se cansa, ¿acaso la palabra ¨aléjate¨ no está en su vocabulario?

-hola- Patrick se sentó frente a nosotros.

-que quieres McCabe- Liam hablo.

-quiero hablar con Jessica, déjanos solos.

- piérdete o muérete.- Liam se estaba empezando a enfurecer.

-Liam, puedo con el.- dije.

-lo sé, después hablamos.- Liam se levantó, me dejo un beso en la cabeza y se alejó, obvio, no sin antes fulminar a Patrick con la mirada.

-que quieres.- mire seria Patrick.

-que harás hoy en la noche.

-por qué lo preguntas- fruncí el ceño.

-solo responde- Patrick saco su celular, vio algo en él y lo volvió a guardar.

-no tengo planes.

-ya que vivimos en la misma casa no tendré que pasar por ti.

-¿perdón?- dije incrédula.

-saldremos, tu y yo.

-primero, no me has invitado a ningún lado. Segundo, no he dicho que sí. Tercero, ¿es una cita?

-primero, tienes razón. Segundo, no me importa si dices que no, con tal, sé que terminaras accediendo. Tercero, no, no es una cita.- Patrick respondió en orden.- ponte algo casual, o lo que quieras, siempre te ves linda.- me guiñó un ojo.- saldremos a las siete, no me hagas ir a tu cuarto, puede que no me contenga y no salga de ahí.

-¡hey!- le pegue en el hombro, aunque fue en vano, sé que no le dolió.

Solo faltan cuarenta y cinco minutos de clase y podré salir de esta cárcel. Aunque esta hora no me aburra tanto, lo que más quiero es salir lo más rápido posible.

Después de hablar con Patrick en el almuerzo, todo fue raro, empecé a ser el centro de atención para muchos. Si, el centro de atención, después de verme bajar del auto de Patrick y de que el me abrazara las personas me miraban cuando pasaba por el pasillo y empezaban a murmurar cosas; pero después de que Patrick me hablara a la hora del almuerzo, las miradas se intensificaron. La mayor parte del tiempo me encontré a Patrick, en el pasillo, en la cafetería, en el campus, y en casi todas las clases, aunque lo malo no era eso, lo malo era que siempre que me quedaba viéndolo, el me pillaba y me guiñaba un ojo.

Me dedique a prestar atención al resto de la clase, que por desgracia, fue la más aburrida de todas.

Recién había llegado del instituto, iba a entrar a mi cuarto pero Max me llamó antes de que entrara.

Viviendo Con Mi EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora